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Cecilia Casado

A partir de los 50

“En busca del amor verdadero” Un relato

“No sé porqué me he dejado liar por Carlos, este hombre, con eso de que me quiere ayudar me mete en cada fregado… ¿Pues no se ha empeñado en que me apunte a una página de contactos en Internet, un sitio de esos –donde previo pago, siempre el dinero claro- rellenas una ficha con tu perfil, cuelgas una foto, cuentas lo que buscas y hala, a esperar a que aparezca la mujer de tu vida. Lo de pagar pase, pero lo de poner foto ni hablar, imagina que me ve alguna del pueblo y empiezan a murmurar y cotillear que es lo que mejor saben hacer aquí! Ni hablar. Sin embargo, parece que la cosa es interesante… la primera semana de estar en ese escaparate “vendiendo la mercancía”, qué cantidad de mujeres de fuera… la jauría a la caza del zorro, y aunque ya lo hayan prohibido en Inglaterra aquí sigue bien vigente. Obviamente, yo soy el zorro. Bueno, cualquier hombre que ponga en su perfil que tiene estudios medios o superiores y una buena profesión. Como sé que todo el mundo miente en el cara a cara y en estos sitios virtuales imagino que más todavía, me quité cuatro años y me quedé en el redondo 40 que queda mejor.
Como decía, en una semana me han entrado mandándome “flechazos”, emails, solicitudes de chateo y de amistad unas dos docenas de mujeres… extranjeras o inmigrantes la mayoria, me escriben desde el este y desde el sur, de países a los que nunca se me ocurriría ir de vacaciones, más jóvenes que yo, casi todas con algún hijo a cuestas y buscando…madre mía lo que buscan… no digo que sea una prostitución encubierta que seguramente sólo me lo ha parecido a mí, pero ¿cómo voy a quedar con una chica que se llama Vanesa de los Remedios y que me envía una foto maquillada como una mona que seguro que tiene 30 años, aunque confiese 21 y parezca 40?
Me puse a hacer una selección de personal emulando al de Recursos Humanos que lo suele hacer sin piedad y revisé los C.V. y me quedé con una chica de la provincia, que confesó abiertamente tener 44 años, sincera por lo menos, divorciada con un hijo y cuyo interés me pareció de lo más legítimo.
Le expliqué que, con todo el lío del trabajo que tengo, no tengo tiempo –ni ganas- de irme a un bar a tomar copas y a intentar ligar o hacer el tonto que para mí es lo mismo. Hemos chateado toda la semana, cada noche un rato y hemos quedado esta tarde para tomar un café y conocernos. A mitad de camino entre su pueblo y el mío.

El problema es que a ver cómo le digo que me he quitado años, que no soy ingeniero sino técnico a secas, que no estoy soltero sino que me estoy separando y que no vivo solo, sino con mis padres desde que la mujer se quedó con el piso y los dos hijos –que tampoco lo puse en el perfil, claro-. Bueno, un par de mentirijillas se perdonan fácil si le gusto de verdad, pero de momento… con cuidado y buena letra que uno ya está muy escamado de las mujeres y no se fía de ninguna en estas cosas del amor..”

En fin.

LaAlquimista

Deberes de fin de semana: un pequeño relato contando la búsqueda o encuentro del amor de tu vida. Inventado mejor que real.

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


marzo 2011
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