>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

¿Aceptamos las mujeres a la rana en vez de al príncipe?

 Ayer por la noche mi pantalla de cine se iluminó con la película “Vatel” de Roland Joffé. Más que nada la escogí porque me gusta Depardieu y la época en que está ambientada –la corte de Louis XIV-, pero lo que más me llamó la atención, aparte de la magnificencia del vestuario y la espectacularidad de lo mostrado, pleno de estética barroca, fue el hecho de que, los dos protagonistas principales, Uma Thurman y Gerard Depardieu se enamoren y acaben compartiendo el lecho.

 Incluso el cine se pega de vez en cuando unas “pasadas” penosas que dejan al espectador con la boca abierta –y no de admiración precisamente-. Porque veamos: si el protagonista, que era un señor que existió realmente, François Vatel un cocinero francés del siglo XVII, famoso porque fue el inventor de la famosa crema “chantilly” como referencia al palacio del Príncipe de Condé para quien trabajaba, si Vatel, como digo, aparece en grabados de la época como un hombre enjuto… ¿qué le hace al director de la película caracterizarlo a través de Depardieu y sus más de ciento treinta kilos de peso –como mínimo- de la época?

 

Ahí es donde yo empecé a mosquearme porque, obviamente, Uma Thurman es una perita en dulce al lado del actor francés –amén de veintidós años más joven que él y que no llegará a los 60 kgs. de peso- y ni siquiera en una película de ciencia ficción podría sentirse atraída por un varón como el “potente” Depardieu. Aunque digan que la realidad supera la ficción yo en este caso pienso que la ficción es eso, ficción y que nos quiere hacer ver a las mujeres que no importa cuán feo, gordo o pueblerino sea el objeto de nuestro amor ya que todo puede ocurrir…

 Mientras les veía en la cama a los dos actores –con buen cuidado de que las carnes del francés no fueran mostradas por la cámara- me preguntaba por qué nos ofrecen estos ejemplos de “descompensación” entre macho y hembra, mostrando como si fuera una realidad factible y posible el hecho de que la mujer joven y bella se enamore del hombre viejo y feo. Que no digo yo que no, que no digo yo que no, pero estoy por ver la película en la que los papeles sean al revés sin estar caricaturizados o sirvan para mofa del espectador.

 Claro está que Monsieur Depardieu, a pesar de todas sus gorduras y zafiedad manifiestamente publicitadas, ha tenido como parejas a hermosas mujeres enamoradas hasta la médula o así. Supongo que el hecho de ser un actor de cine famoso cuenta también para compensar la descompensación natural de la cosa. La fama, el dinero, qué se yo… la simpatía, dulzura, inteligencia y savoir faire de Gérard también habrán tenido algo que ver. Digo yo.

 Pero otra vez vuelvo a encontrarme de frente –aunque la película sea del año 2000-con el viejo cuento de “la bella y la bestia” que vuelve a insistir en que, en el amor no hay hombre viejo, ni feo, ni gordo para una mujer joven, bella y sílfide enamorada. Y no es verdad, demonios, no es verdad.

 Ya pasó el tiempo en el que una mujer se agarraba a lo que fuese con tal de casarse o de tener pareja. Ya pasó el tiempo en el que las mujeres inteligentes, no-dependientes y con la autoestima en su sitio decidimos que el hombre nos gusta en igualdad de condiciones; es decir, si soy joven y bella lo quiero joven y guapo y si soy una mujer madura pues que haga juego conmigo.

 Otra cosa son los intereses: el dinero, el poder y la vanidad. Por la atracción del lujo se venden muchas personas –y no solamente mujeres. Otra cosa son los miedos e inseguridades: por sentirse protegidos muchas personas –y no solamente mujeres- buscan la figura del “padre” o de la “madre” en sus parejas.

Pero el común de los mortales, ése que no destaca por nada en especial y que forma parte de “la gente del montón” –como tú y como yo seguramente- a ése hombre no le engañes haciéndole creer que no importa que esté como un tonel de sebo porque atraerá igual a una mujer con cierto gusto por cuidar el propio cuerpo.

 ¿Será Depardieu el icono de tantos hombres que lucen “embarazos de ocho meses” sin importarles lo más mínimo ni su salud ni su estética?. ¿Qué siente la mujer que va a su lado si no es la Madame de Montausier, dama de la reina y amante del rey y con la cara y el cuerpo de Uma Thurman?

 Supongo que cada cual entenderá la historia como le complazca y mejor le acomode, pero personalmente me chirría muchísimo que se venda como válido el modelo descompensado de la princesa que se enamora de la rana…que sigue siendo rana por muchos besos que se le den.

 En fin.

 LaAlquimista

 Por si alguien desea contactar:

Laalquimista99@hotmail.com

 

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


diciembre 2012
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31