>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Reflexión del lunes. “Venganza”.

Decir que uno no es vengativo es tan habitual como manifestar que no se es racista; o algo parecido. A ver quién es el guapo que reconoce con la cabeza levantada sus pequeñas miserias, excepto en el caso de que, en vez de considerarlas como tal, uno se crea que son herramientas perfectamente decorosas. Como la venganza.

En estos últimos tiempos estoy padeciendo la venganza por parte de una mal llamada “amiga” con la que corté la relación de una forma expeditiva por “diferencias irreconciliables”. ¿En qué consiste su satisfacción? Pues ni más ni menos que en ir cotilleando algunas confidencias que le hice para conseguir que terceras personas se enfaden conmigo. (No, no he pegado un salto a la adolescencia, estoy hablando de una mujer en plena cincuentena.) Supongo que son los “efectos secundarios” de la amistad, que produce sensación de confianza y entonces una baja la guardia.

Reconozco y entono mi mea culpa por no haber sabido ser más precavida y cuidadosa y haber guardado para mí una experiencia desagradable por la que tuve que atravesar y que confié a una mujer de mi entorno creyendo que ella la guardaría para sí misma. Lo que no tuve en cuenta es que, una vez cancelada la relación por mi parte, ella guardaba en su mano unos cuantos “ases” para convertirlos en venablos y utilizarlos en mi contra. Como ha hecho, como está haciendo. ¿Consecuencias? Pues que terceras personas involucradas en la situación se han revuelto contra mi persona (por las afirmaciones que hice en privado a la “amiga” en cuestión) y no han encontrado método más eficaz para desagraviarse que enviarme sms con insultos y amenazas.

Mi reflexión es autocrítica, no quiero que sea una andanada contra la falsa amiga. Autocrítica pura y dura porque… ¿Cuándo aprenderé a tener la boca cerrada y no contar detalles íntimos que involucran a terceras personas? Quizás es que estaba cómodamente convencida de que, entre mujeres, podíamos contarnos ciertas intimidades, con la complicidad real o inventada que aporta una supuesta afinidad o sororidad, no sé, otra de mis ideas que se va al traste.

Algo tan sencillo como tener una cita y que tu amiga te pregunte qué tal te fue con el tipo –al que ella también conoce porque es amigo de su exnovio- y tú le digas que fatal, oye, un chasco que no veas, yo que pensaba que bla bla bla y resulta que el hombre se comportó de forma que a mí me desagradó y, claro, tú vas y dices que una y no más santotomás y ella… se lo cuenta a su exnovio con el que tiene contacto todavía que se lo cuenta al interfecto que se siente humillado en su hombría o ego o lo que sea que tengan algunos ciudadanos justo debajo del ombligo y arremeta contra mí llamándome de todo menos guapa. Por sms, oye, qué delicadeza, y mira que quedan bien grabados y son prueba ante un Juzgado…

¿Tengo yo la culpa o la tiene mi ex amiga o la tiene también el tipo que me insulta y amenaza por haber hecho sobre él un comentario poco o nada amable?

La venganza está ahí, aunque no sea más que una “vengansita”; hay personas que no aceptan un “no” en la vida y arremeten contra quien lo expresa revolviéndose como cerdito en el barro y salpicándolo allá donde puedan. Pero de eso no nos damos cuenta hasta que ya es demasiado tarde, cuando la metedura de pata ha llegado hasta el fondo y a una le dicen lindezas de tipo amenazante con la única intención –supongo- que hacer que sienta miedo de ir por la calle y tropezar con un tipo cuyos avances “románticos” fueron atajados y que se cree con derecho al insulto y la amenaza. Obviamente lo tengo señalado con nombre y apellidos y número de tarjeta de residencia (es ciudadano extranjero) y a la que le vea rondándome llamo al 016 a la voz de ya.

Agradezco la oportunidad de reflexión. Y sobre todo agradezco ser capaz de no rebajarme a ir contando por ahí también las confidencias que en su día me hiciera esta “amiga” que ha querido vengarse de mí por haberle cerrado la puerta de la amistad con un sonoro portazo. Me da la razón por si me quedaba alguna duda sobre su amistad y sinceridad. Sigo aprendiendo.

En fin. 

LaAlquimista

https://www.facebook.com/laalquimistaapartirdelos50/

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

 

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


marzo 2017
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031