>

Blogs

Ekonomiaren Plaza

Ekonomiaren plaza

Crisis? What crisis? (II)

En mi último post analizaba la relación entre la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) y las variaciones en la tasa de paro, a través de la ley de Okun. Estrechamente relacionado, se halla uno de los temas más candentes de la actualidad, la relación entre la austeridad y el crecimiento económico (y, por supuesto, el paro, etc.).

Empiezo por el final:

  1. En el corto plazo la política económica debe tener como objetivo fundamental crecer. Las políticas de austeridad, en el período reciente y tal como se han llevado a cabo, han conducido al estancamiento y a la recesión.
  2. En el medio y largo plazo, una vez afianzado el crecimiento económico, especialmente en el sector privado, la austeridad seria y responsable (la consolidación fiscal, las reformas estructurales, etc.) debe pasar al primer plano. Si se puede, antes también, pero sin olvidar el punto 1.

 

La relación entre la austeridad y el crecimiento económico está siendo objeto de un debate muy enconado y, diría, demasiado ideologizado. Siendo un tanto maniqueo, por un lado, estaría la “escuela de las hormigas”, que propone la austeridad para salir de la crisis, mientras que, por otro, estaría la “escuela de las cigarras”, que propugna justamente lo contrario. En el espectro ideológico, la derecha tiende situarse con los primeros, y la izquierda con los segundos. En el espectro de las escuelas de pensamiento, los primeros vienen representados, en buena parte, por la escuela austríaca (Hayek sería el más conocido) y los segundos, por la escuela keynesiana (Keynes es su apóstol).

Dejando estas cuestiones aparte, para profundizar en ello voy a relacionar los cambios que han tenido lugar en dos variables macroeconómicas clave, el déficit o superávit ajustado por el ciclo económico, por un lado,  y el PIB, por otro lado. El déficit o superávit público total, si bien es informativo, no  es útil para medir el esfuerzo fiscal porque está fuertemente relacionado con el ciclo económico. Así, en las épocas de bonanza económica se tiende al superávit público porque se gasta menos (subsidios de paro, etc.) y se ingresa más (la gente trabaja más y paga más impuestos). Lo contrario ocurre en las recesiones y en las depresiones. Por ello, los economistas distinguimos entre el déficit cíclico y el déficit ajustado por el ciclo económico (o estructural, si bien existe alguna diferencia con este último). Evidentemente, tasas de crecimiento bajas o negativas empeorarían el déficit público, principalmente por el efecto del déficit cíclico. De ahí, la elección del déficit ajustado por el ciclo económico.

Para obtener una visión más completa me centraré en los cambios que han tenido lugar desde 2008-2009 hasta 2013 en 17 países de la Unión Europea (18 con el País Vasco). En el Gráfico 1 el eje de abscisas (x) indica la diferencia entre el déficit publico ajustado por el ciclo (sobre la producción potencial) en el año 2013 y el del año 2009, en puntos porcentuales (un signo + indicaría la cuantía en la que se ha reducido el déficit) y el eje de ordenadas (y) la variación del PIB de 2013 respecto a su valor en 2008, en porcentaje. En dicho gráfico se observa claramente que aquellos países que han realizado los mayores esfuerzos en la reducción del déficit ajustado por el ciclo son los que mayores caídas del PIB han registrado, en una relación cercana al 1 a 1.

Fuente: AMECO, Alberdi, Olalde y Rojo, Gobierno de España, Gobierno Vasco, y elaboración propia.

Los países son Bélgica, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Austria, Portugal, Finlandia, Suecia, Reino Unido y el País Vasco (hasta 2012 en este último caso).

 

En el caso del País Vasco se ha pasado de un déficit cercano al 6% del PIB en 2009, del cual algo más de la mitad correspondía al déficit ajustado por el ciclo (véase este trabajo de Alberdi, Olalde y Rojo), a un déficit de 1,39% en 2012, según los datos más recientes (pincha aquí). Teniendo en cuenta que el crecimiento del PIB real en 2012 fue de -1,1%, ello significaría que la mayor parte del déficit público sería atribuible a factores cíclicos, ya que, según ese mismo trabajo, el déficit cíclico es igual a 0,52 por la brecha de producción (que recogería, a su vez, la diferencia entre la tasa de crecimiento del PIB y su tasa de crecimiento potencial, situada en torno al 1%; véase aquí un trabajo reciente del Gobierno Vasco al respecto).  En suma, la “austeridad” se situaría en torno al 3-3,5%, mientras que la variación acumulada del PIB se situaría en torno al -4,2% para el País Vasco.

Esta evidencia general, por supuesto, no es única. Paul Krugman, premio Nobel de Economía de 2008, adelantándoseme a este post (es verdad, aunque parezca un poco pretencioso), lo muestra aquí utilizando unos datos similares. Paul De Grauwe, uno de los mayores expertos sobre la unión monetaria europea, también realizó hace unos días un análisis similar (pincha aquí) con datos del Financial Times (hay que registrarse para verlos). Simon Wren-Lewis insiste sobre esto mismo aquí. Javier Andrés y Rafael Doménech señalaban que la consolidación fiscal era ”self defeating”. Unos meses antes, Antonio Fatás, del INSEAD, sugería también más evidencia en esta dirección (pincha aquí). En suma, la lista es larga.

De hecho, en un trabajo del propio Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se ha reconocido que los planes de consolidación fiscal (es decir, los planes de ajuste para garantizar la sostenibilidad fiscal), se han “pasado de frenada”. El efecto negativo del ajuste ha sido mayor que el que se esperaba (pincha aquí para el informe del FMI).  Citándoles: “Encontramos que, en la economías avanzadas, una consolidación fiscal planificada más fuerte ha estado asociado con un menor crecimiento del esperado, […]. Una interpretación natural es que los multiplicadores fiscales fueron sustancialmente mayores que los supuestos inicialmente por los que realizan las previsiones”. El multiplicador fiscal es clave. En econojerga, el multiplicador fiscal se refiere al impacto que tiene sobre el PIB una variación de la política presupuestaria (por ejemplo, gasto, impuestos, etc.), pero que no dependa del ciclo económico. La literatura señala unos valores entre 0,8 y 1,5 (pincha aquí para una buena referencia reciente). Ello quiere decir que un aumento del gasto público de un punto porcentual sobre el PIB lograría un aumento de entre 0,8 y 1,5 puntos porcentuales en el PIB. Por  tanto, el que el multiplicador sea o no grande tiene unas implicaciones enormes. Las políticas de ajuste han perjudicado notablemente el crecimiento y, por tanto, las cuentas públicas (véanse aquí, aquí, y aquí tres referencias interesantes), lo que ha elevado la deuda pública, etc.

También, se ha hablado bastante sobre la austeridad expansiva, sugerida por Alesina y Ardagna (pincha aquí para ver su artículo). La austeridad expansiva implicaría que cuando tiene lugar una consolidación fiscal, las economías domésticas (familias) ven con mayor optimismo el futuro y ello fomentaría la inversión y el consumo con una fuerza tal que superaría las consecuencias negativas de la austeridad fiscal. Teniendo en cuenta todo lo anterior, no parece desde luego que este sea el caso (pincha aquí para una referencia breve sobre esto último y aquí para la referencia completa).

Todo lo anterior no quiere decir que no haya que ser austeros. España, por ejemplo, en el tercer trimestre de 2012 tiene una posición deudora de 955,5 millones de euros frente al resto del mundo, o sea, un poco menos de un Billón de euros (pincha aquí en la página 328). Es una suma escalofriante. Ten en cuenta que el PIB español en 2012 fue de 1.051,204 millones de euros, o sea, un poco más de un BIllón de euros (pincha aquí).

Además, la pertenencia a la eurozona nos ha impuesto un corsé importante.

Si eso es así, ¿qué se debería hacer?

El mensaje es que la intensidad de la austeridad tiene que repartirse durante un período de tiempo más largo. Ser menos austeros ahora y más después, tomando hoy compromisos claros de cara al futuro. Por ello, el “Norte” de Europa debería llevar a cabo un mayor estímulo fiscal para contrarrestar la insuficiencia de gasto agregado en el “Sur” de Europa. El Norte (especialmente, Alemania) tiene capacidad para ello y supondría un importante alivio para la Eurozona en su conjunto.

Lo malo y lo peor es que la Unión Europea, tanto en su conjunto como individualmente, no ha elegido este camino ni parece que lo vaya a hacer, y así nos va.

En el País Vasco tenemos que aprovechar todo el margen que ofrece el Concierto Económico para estimular la economía, teniendo en cuenta las restricciones existentes para la financiación interna y externa. Cuando la economía avance ya con paso firme y seguro (en 2014 ó muy posiblemente en 2015), tocará ser más austeros.

Y cuanto antes pongamos estos cimientos, mejor.

 

Temas

Hausnarketa eta eztabaida gure errealitate ekonomikoaz /Reflexión y debate sobre nuestra realidad económica

Sobre el autor

"Donostiako Deustu Business Schoolen eta Lehiakortasunerako Euskal Institutoan, Orkestra-n, dihardugun lau unibertsitate irakasle eta ikertzaile gara. Blog hau sortzera bultzatu gaituena zera da: modu ulerterraz, zorrotz, kritiko eta burujabean egindako hainbat gai ekonomikori buruz gogoetak plazaratzea, gai horiek gure bizitzan eta gu parte garen gizartearenean eragin handia dutelakoan". --------------------- "Este blog pretende reflexionar sobre diferentes cuestiones económicas que nos afectan como personas y como sociedad, de una manera divulgativa, rigurosa, crítica e independiente. Somos cuatro profesores que desarrollamos nuestra actividad académica en la Deusto Business School en su campus de San Sebastián y en el Instituto Vasco de Competitividad, Orkestra. Blog sobre economía de Asier Minondo, Iñaki Erauskin, Bart Kamp y Jon Mikel Zabala".


marzo 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031