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Asier Manrique

El fotograma

Días de Festival 4: 'Que Dios nos perdone', 'Lady MacBeth', 'Compte Tes Blessures' y 'Porto'

Tras un día bastante redondo, llegamos a uno de los días más agridulces de lo que llevamos de Zinemaldia. Mi planning me ha permitido probar dos píldoras de la sección Nuevos Directores, que se unen a las dos propuestas de la Sección Oficial que he añadido a la lista de vistas. El lado de las sombras llega de la sección de Nuevos Directores, la francesa ‘Compte Tes Blessures’ y la última de Anton Yelchin, digo, ‘Porto’, son dos películas que no pasarán a la historia del cine, ni del Festival de San Sebastián. En cuanto a la Sección Oficial añadimos dos películas más a las serias candidatas a premios, la británica ‘Lady MacBeth’ y la española ‘Que Dios nos perdone’.

QUE DIOS NOS PERDONE

Título original: Que Dios nos perdone

Director: Rodrigo Sorogoyen

Duración: 126 minutos

Reparto: Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Mónica López, Luis Zahera, Rocío Muñoz-Cobo y José Luis García Pérez

País: España

Género: Thriller

Sinopsis: Madrid, verano de 2011. Crisis económica, movimiento 15-M y un millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa conviven en un Madrid más caluroso y caótico que nunca. En este contexto, los inspectores Velarde y Alfaro deben encontrar a lo que parece ser un asesino en serie. Esta caza contra reloj les hará darse cuenta de algo que nunca habían pensado: ninguno de los dos es tan diferente del asesino.

Le sale competencia a ‘El hombre de las mil caras‘ entre las propuestas nacionales en la Sección Oficial. La película de Rodrigo Sorogoyen es una propuesta más cuidada y empacada que la de Alberto Rodríguez. Un thriller que interesa desde el minuto 1 y que no baja en su ritmo en sus 126 minutos de metraje.

Las más de dos horas de película no dejan de ser típicas en el cine policíaco. Podría ser perfectamente un capítulo extendido de una serie procedimental de policías. Y, ya se sabe, no por típica, o arquetípica, deja una cinta de interesar.

El trabajo actoral es encomiable. Antonio De la Torre (La isla mínima) está magnético, pero es su compañero, Roberto Álamo es el que consigue llevarse la mayoría de miradas de los espectadores. Álamo oposita fuerte para llevarse aquí el premio al mejor actor, sin perderle de vista para los Goya. Un reparto ensamblado y en forma para construir una de las películas más previsibles, pero más interesantes, de lo que llevamos de Sección Oficial.

LADY MACBETH

Título original: Lady MacBeth

Director: William Oldroyd

Duración: 89 minutos

Reparto: Florence Pugh, Cosmo Jarvis, Paul Hilton, Naomi Ackie y Christopher Fairbank

País: Reino Unido

Género: Drama

Sinopsis: La Inglaterra rural de 1865. Katherine vive angustiada por culpa de su matrimonio con un hombre amargado al que no quiere y que le dobla la edad y de su fría y despiadada familia. Cuando se embarca en un apasionado idilio con un joven trabajador de la finca de su marido, en su interior se desata una fuerza tan poderosa que nada le impedirá conseguir lo que desea.

¡Olé tus ovarios! Admito que ‘Lady MacBeth‘ era una película que me daba cierta pereza, está en Sección Oficial y tocaba comentarla, como todas las demás de esta sección. Pero es de estas películas que una vez las ves te enamoran.

La película de William Oldroy es una de esas cintas de ritmo pausado que no decaen en ningún momento. La historia de Katherine es bella, oscura y apasionante. Es tal la belleza de la obra que las atrocidades que el personaje interpretado por Florence Pugh comete se vuelven más tremendas si cabe.

Pugh deja para el Zinemaldia la mejor interpretación femenina hasta el momento, superando a Siedse Babett Knudsen en ‘La doctora de Brest‘. Su actuación es de quitar el hipo. Un retrato frío y calculador de una señora que hace todo lo que sea necesario para poder vivir tal y como le dé la gana.

Si bien sus actos son deleznables, deja un sabor tan intenso a reivindicación de la mujer como un ser humano libre y capaz de vivir sin el yugo de su marido que te lleva a un indudable aplauso. Es la película con mensaje feminista más intenso de lo que llevamos de Zinemaldia en la Sección Oficial, sin caer en el retrato burdo de la mujer de ‘Orpheline‘.

 

 

COMPTE TES BLESSURES (Nuevos Directores)

Título original: Compte Tes Blessures / A Taste Of Ink

Director: Morgan Simon

Duración: 80 minutos

Reparto: Kevin Azaïs, Monia Chokri, Nathan Willcocks, Julien Krug, Selim Aymard y Cedric Laban

País: Francia

Género: Drama

Sinopsis: Vincent no ha vivido ni un tercio de su vida, pero ya se ha tatuado la mitad de su cuerpo y ha enronquecido su voz con su banda post-hardcore. Desde que murió su madre, divide su tiempo entre su trabajo haciendo piercings, con el que no es feliz, y su padre pescadero, que está intentando empezar una nueva vida con una mujer más joven. Y eso le está volviendo loco.

La gran cantidad de cine francés que estoy viendo estos días me permite poder comparar entre filmes realmente atrevidos e interesantes como ‘Nocturama‘ o ‘El porvenir‘ y propuestas prescindibles como ‘Orpheline‘. ‘Compte Tes Blessures‘ entra en este segundo grupo.

La primera de las dos películas de Nuevos Directores que puedo ver en este Festival de San Sebastián, por cuestiones de agenda la Sección Oficial lleva prioridad, ha sido una decepción. Aunque siendo sincero, tampoco venía con muchas esperanzas de maravillarme, y, desgraciadamente, el resultado es totalmente inverso al de ‘Lady MacBeth‘. La película se deja ver, pero no deja poso alguno.

La cinta habla de un chico que canta heavy metal, no sé distinguir entre las miles de variantes que tiene el rock duro, lo siento puristas, y que se tatúa su cuerpo casi compulsivamente. Al mismo tiempo se escenifica una lucha padre-hijo donde habrá una mujer en discordia, la actual pareja del padre. En el escenario de reproches que el padre somete al hijo entrará ella, desencadenando todavía más el conflicto entre el hijo y el padre.

Film breve, se agradece, pero que no cuenta nada en sus 80 minutos. Hay miles de películas iguales, con argumentos similares y con mejor resultado.

PORTO (Nuevos directores)

Título original: Porto

Director: Gabe Klinger

Duración: 75 minutos

Reparto: Lucie Lucas, Anton Yelchin, Chantal Akerman, Florie Auclerc-Vialens, Françoise Lebrun, Aude Pépin, Paulo Calatré, Filomena Gigante, Diana de Sousa y Rita Pinheiro

País: Portugal

Género: Drama / Romántico

Sinopsis: Jake y Mati son dos extraños en la ciudad portuguesa de Porto que una vez tuvieron una breve conexión. El misterio en torno a los momentos que compartieron permanece, y en la búsqueda a través de sus recuerdos, reviven las profundidades de una noche sin inhibiciones.

Si ya me resultaba hasta ofensivo que el único argumento empleado para promocionar ‘Port0’ fuese que es la última película de Anton Yelchin (Star Trek), más ofensivo me parece que verdaderamente no haya otro argumento posible para llamar la atención sobre la cinta de Gabe Klinger. Al final será verdad eso de que venden lo que hay, con esta película ocurre eso, al menos.

La cinta, enmarcada en la categoría de Nuevos Directores, es un coñazo de dimensiones enormes. He tenido varios amagos de echarme la siesta durante su proyección, porque la hora invitaba más a ello que a aguantar semejante tostón. Para no quedarme dormido he tenido una pregunta rondando mi cabeza durante casi toda la película, ¿a quién se parece Anton Yelchin? La respuesta me ha llegado cuando quedaban 15 minutos para terminar, a Paul Bettany (Vengadores. La era de Ultrón), en esta película son clavados.

La historia no interesa absolutamente nada. Los personajes y el guion no consiguen meter al espectador en la trama. Ves lo que les pasa y te importa un bledo. Podrían robarles una de las cajas con libros que suben del coche al piso en una secuencia del filme y seguiría sin importarte lo más mínimo.

Pero es que en este escenario de sinsentidos Klinger trata de ponerse interesante empleando distintos aspectos de imagen, ya saben, eso de la pantalla cuadrada y ancha. De nuevo, como me ocurría con la china I Am Not Madame Bovary, no entiendo el uso de este recurso. Incluso, en la china podría llegar a entender la diferencia de los distintos aspectos según el estado de ánimo, momento y lugar. Aquí pierde todo el sentido, porque las escenas a futuro se narran con la pantalla en formato cuadrado, y las del presente, o pasado, en pantalla panorámica. Una tontería pretenciosa que trata de hacer de la película algo más interesante y no lo consigue. Deberían aprender de Xavier Dolan (Yo maté a mi madre), él sí entiende cómo hay que utilizar este recurso dentro de una película.

La puntuación únicamente es porque la película va dedicada a Anton Yelchin, el momento de pantalla en negro con la frase “To Anton” es lo mejor de la película, imagínate. Y también porque, aunque sea un pestiño tremendo, no te mienten al promocionarla, en ningún momento te venden la propia peli, sino que es la última del recientemente fallecido Anton Yelchin.

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