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Asier Manrique

El fotograma

‘Cinema Paradiso’: por esto amamos el cine

Cinema ParadisoCINEMA PARADISO

Título original: Nuovo Cinema Paradiso

Año: 1988

Duración: 155 minutos

País: Italia

DirecciónGiuseppe Tornatore

GuionGiuseppe Tornatore

MúsicaEnnio Morricone

FotografíaBlasco Giurato

RepartoPhilippe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Agnese Nano, Brigitte Fossey,Marco Leonardi, Antonella Attiu, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta,Pupella Maggio y Leopoldo Trieste

Productora: Les Films Ariane / Cristaldifilm / TF1 Films Production / RAI / Forum Picture

Género: Drama

Cinema Paradiso es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después, recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa. (FilmAffinity)

El cine que habla del cine siempre me ha gustado. Tiene algo que me atrae. No sabría explicar muy bien por qué. No sabría decir si ver algún aspecto que desconozco de la industria, el amor al propio celuloide o qué, pero el metacine siempre me ha cautivado. Por raro que parezca, se me resistía todavía uno de los más grandes ejemplos de cine sobre cine que se han hecho: ‘Cinema Paradiso’. La película italiana de finales de los 80 era uno de esos grandes títulos en mi inabarcable lista de películas pendientes de ver. Ya no.

La historia del pequeño Toto y el entrañable Alfredo me capturó desde el primer momento, y ese domingo por la tarde que iba a aprovechar para ver algo y pasar el rato se convirtió en uno de los mejores momento de la semana. Vi la versión completa, la del montaje del directo, la que práticamente dura 3 horas, no como la versión comercial que se redujo hasta las 2 horas. No se me hizo pesada, al contrario, deseaba que no terminara. El punto mágico que Giuseppe Tornatore imprime a la cinta la convierte en una de esas rara avis que cada vez son más infrecuentes en el cine.

‘Cinema Paradiso’ es una de esas películas extrañas, porque sobrevive bien al paso del tiempo. Consigue hoy emocionar igual que hace 30 años. Mantiene un lenguaje inexistente en el cine actual, pero su historia es completamente necesaria en un mundo cada vez menos inocente. La historia del niño que se enamora del cine desde su temprana edad y que, con idas y vueltas amorosas de por medio, hace del cine su modo de vida, esa es ‘Cinema Paradiso’. Pero también es una película que reivindica la vida rural, reivindica el hueco necesario para la nostalgia, el mantener al niño interior incluso en la vejez, perseguir los sueños hasta el final y volver atrás únicamente para tomar impulso y continuar el camino.

Cinema Paradiso

Con una primera hora cautivadora, una segunda sobresaliente y un tercer acto de kleenex, ‘Cinema Paradiso’ es de esas películas que una vez empiezas a verlas no puedes parar. Me cuesta encontrar hoy en día películas así. Tiene algo el cine plomizo, oscuro e hiperrealista del cine actual que impide que la magia traspase la cuarta pared. Ese hueco de películas como El imperio del solLa guerra de las galaxias‘Los Goonies’Cuenta conmigo‘Sólo en casa’ hoy lo ocupa la animación, porque el resto del cine ha madurado sin hacer caso a Alfredo, perdiendo ese niño interior que vive por poder girar una manivela, por guardar un fotograma censurado, por poder mirar lo que el cinematógrafo proyecta desde un hueco en una pared o por dejar sus obligaciones para ir a ver una película de Chaplin.

‘Cinema Paradiso’ sobrevivirá al paso de las décadas, porque es un clásico desde el momento en que nació. Es una película inmortal porque tiene todo para ser una película eterna. Igual que mi denostada La vida es bella, se podrá proyectar en cualquier momento, y generará lo mismo. Esencialmente, esto ocurre porque el lenguaje de ‘Cinema Paradiso’ es el lenguaje más puramente cinematográfico, el que apela a la emoción pura y dura.

¿Es tramposa ‘Cinema Paradiso’ por apelar a la vena más sensible del espectador? Sí. ¿Es tramposa ‘Cinema Paradiso’ por ser enormemente previsible? Sí. ¿Es tramposa ‘Cinema Paradiso’ por ser una película facilona? Sí. ¿Y qué?

Rara vez veo una película pensando en la crítica que haré después y, tal vez, si lo hiciera así me ahorraría problemas continuos sobre cómo enfocar las críticas, pero esto me permite dejar de lado el Carlos Boyero interior que todos los que nos dedicamos a comentar películas llevamos, y saco a mi yo espectador. Apelando a la vena de crítico, esta película tendría una nota regular, porque como película no es gran cosa si miramos el aspecto técnico. Pero, me permitiréis que enfoque la nota como un espectador, porque esa última hora con los ojos empapados en lágrimas justifica más que nada la nota final. Porque el espectador, que no tiene complejos a la hora de ver cierto tipo de cine, aunque igual luego no lo confiese, tiene mucha razón. ‘Cinema Paradiso’ está hecha para ser disfrutada, y ¿acaso no ha sido ese el objetivo del cine desde su concepción?

Lo mejor: Desde la música a la historia, todo lo que compone esta película invita a dar rienda suelta al niño que llevamos dentro.

Lo peor: Peca de naif, sí, ¿y qué?

Cinema Paradiso

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