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Asier Manrique

El fotograma

‘Tomboy’: miremos más la vida con los ojos de una niña

TomboyTOMBOY

Título original: Tomboy

Año: 2011

Duración: 82 minutos

País: Francia

DirecciónCéline Sciamma

GuionCéline Sciamma

MúsicaPara One

FotografíaCrystel Fournier

RepartoZoé Héran, Malonn Lévana, Jeanne Disson, Sophie Cattani, Mathieu Demy yCheyenne Lainé

ProductoraHold Up Films / arte France Cinéma

Género: Drama

Tras instalarse con su familia en un barrio de las afueras de París, Laure, una niña de diez años, aprovecha su aspecto y su corte de pelo para hacerse pasar por un chico. En su papel de “Michael”, se verá inmersa en situaciones comprometidas; y Lisa, una chica de su nuevo grupo de amigos, se siente atraída por ella. (FilmAffinity)

‘Tomboy’, película francesa que ya cumple 7 años, es una historia sobre la pequeña Laure que se muda a una nueva urbanización con su hermana y sus padres. La pequeña Laure, a diferencia de sus compañeros se presenta como Michael. De aspecto masculino, con corte de pelo de chico (como si hubiera un corte para chico y otro para chica, pero ya me entiende) y actitudes de hombre, Laure se comporta como Michael en público, mientras que en su casa sigue obligada a mostrarse como Laure.

Con muy poca palabra, una puesta en escena sencilla y un metraje muy comedido, ‘Tomboy’ se nos muestra como una película expositiva de la realidad trans en los menores. La pequeña Laure no es capaz de entender por qué no puede ser lo que ella quiera, mientras que su madre con mejor intención que tino, impide que su hija se muestre tal y como es. El desconocimiento de la situación, las condiciones del entorno y el tiempo juegan en contra de Michael.

Tomboy

Es muy interesante cómo la cinta huye del drama hasta que este drama es inevitable. Céline Schiamma opta por mostrarnos minutos y minutos de niños jugando, correteando, gritando… siendo niños. Son las pequeñas píldoras dentro de la casa cuando vemos la realidad de lo que vive Michael. Mientras es incapaz de hacer entender a sus padres, especialmente a la madre, su realidad, sí consigue que su hermana de 5 años comprenda qué está pasando, lo apoye y siga jugando con él como si no hubiera pasado nada. Esa forma de mirar la vida con los ojos de una niña, su hermana, es lo que le falta a sus padres, lo que solucionaría los prejuicios de la sociedad y haría posible a Laure / Michael ser quién de verdad es.

La cinta no opta por decirnos si lo de Laure es un juego o es algo más, simplemente expone. El espectador es el que tiene que decidir si detrás del aspecto y sus ganas de ser igual a los otros chicos del barrio existe de verdad una persona transexual. Probablemente eso lo sabrá expresar con palabras más adelante, pero en la tierna infancia, con apenas 8-9 años, es muy complicado que el personaje interpretado por Zoé Héran sepa qué es lo que le pasa, aunque en el fondo lo sabe mejor que nadie.

La película nos exige ponernos en su punto de vista y, al no sentar cátedra, nos da la opción de ser la madre o la hermana, la vecina o el vecino. Nos presenta los hechos ya nosotros construimos el resto. Tenemos la opción de mirar con los ojos de una niña, sin prejuicios, o quedarnos con la visión de un adulto que ya sabe de qué va la vida, lo dura que puede ser para una persona trans y lo injusta que resulta.

Lo mejor: El retrato absolutamente respetuoso que hace de la realidad trans.

Lo peor: Que no todo el mundo será capaz de mirar esta realidad con los ojos de la niña.

Tomboy

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