Se acabó. Mañana mismo cambio la pegatina de ‘Peligro, bebé a bordo’, por otra mucho más adecuada en la que pueda leerse, con letras bien grandes, ‘Peligro, mamá a bordo’. Y es que no me extraña que los conductores se pasen por el embrague la advertencia de que en el coche va un renacuajo.