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Irene Crespo

Uno más en la familia

“Desde que murió mi padre y convivimos con más familiares, mi perro está diferente”

Morelia nos escribe porque al parecer, su perro, un dálmata de 3 años y medio, ha cambiado en su actitud con respecto a otros perros y a personas. Nos cuenta que antes era un perro muy tranquilo y sociable, tanto con sus congéneres como con personas y que desde hace unos seis meses, ladra y gruñe a los perros grandes. Añade que, desde que murió su padre, reacciona de manera extraña cuando alguna persona le pasa delante (moviendo la cola y dando a la persona pequeños mordisquitos que en una ocasión al parecer derivaron en algo más serio al morder la chaqueta a un chico). Nos cuenta que, además de fallecer su padre, la familia vive ahora con más familiares que antes no convivían juntos y que además tienen otro perro que parece que no acepta a nuestro protagonista. Julia Rey (*), nuestra etóloga, responde a su consulta:

“Cuando en el entorno de un perro hay cambios como el fallecimiento de algún componente de la familia con la que convive, es normal que el perro demuestre ciertos comportamientos que antes no hacía o que agudice otros que hacía (como, por ejemplo,  la depresión, ansiedad, miedos, agresividades, destructividades, problemas de conducta, etc.) ya que generalmente hay rutinas (salidas a calle, juegos, atenciones, cambios del entorno,…) que se hacían con el perro y ya no se hacen.

En vuestro caso, que haya aumentado la cantidad de gente que convive ahora con él y que haya un nuevo perro, el cual muestra agresividades hacia el primero, hace que nuestro protagonista tenga comportamientos fuera de lo habitual. También el diferente manejo de cada uno de los familiares que ahora convivís con el perro  hace que él no sepa que conducta es la correcta.

Para  volver al carácter equilibrado que mostraba el perro, es necesario saber cuáles son sus necesidades, cómo se siente feliz y cómo conseguir su bienestar y es fundamental volver a la estabilidad de su rutina y que el manejo hacia él, de cada componente de la familia, sea siempre el mismo. También deberíais intentar que ambos perros se lleven bien ya que, si no, es muy posible que la relación entre ellos empeore y que esto conlleve a que las relaciones sociales con otros congéneres se estropeen y lleguen a haber sucesos de agresividad.

Por todo ello, lo mejor para tu perro y para que las conductas que ahora está expresando  no aumenten, es que te pongas en contacto con algún especialista del comportamiento (etólogo/a), ya que te ayudará a gestionar el manejo correcto hacia él y a cambiar su comportamiento, tanto en casa como en la calle.”

(*) Julia Rey es etóloga de Kokotea Etología

(**) Si quieres que nuestro etólogo te ayude con tu mascota, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com. Por favor, antes de rellenar y mandar el cuestionario, leer la sección de etología para comprobar que el problema de su perro no ha sido ya consultado por otra persona.

(***) Si estás pensando en mandarnos una consulta, pincha aquí y lee esto antes, por favor

(****) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el etólogo cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.

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Blog dedicado a todo lo relacionado con el mundo de las mascotas: adopciones de perros y gatos, eventos, consejos prácticos para cuidar a ese miembro tan especial de la familia.


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