Es una lata que todo el mundo cite a Shakespeare o a Chéjov. Ahora que se ha muerto, tendríamos que hacer de Corín Tellado un clásico. Si hasta escribió novelas eróticas. Y mira qué lejos llegó Henry Miller con la historia de una erección.
Me parece que las madres de familia que rompen moldes merecen otro tratamiento. La abuela Corín con su pelo de peluquería ha resultado tan leída como Cervantes. ¿Qué siempre escribía sobre el amor? ¿Que no cuidaba mucho las formas lingüísticas? A otros se les perdonan estas minucias. Hay escritores a los que ni siquiera se les entiende, como ella solía destacar.
Yo suelo acordarme del caso de María Moliner. Cuando no le admitieron en la RAE respiró tranquila. “Sólo soy una señora que remienda calcetines”, dijo.