Cuánto echo de menos a la doctora Ochoa, chica. Qué listilla. Mucho hablar de sexo en la tele y lo que realmente le gustaban eran los libros de arte con mucho peso. Aún la recuerdo con ese pelo repeinado que hubiera molestado a Helen, la protagonista de ‘Zonas húmedas’. Para ella, el deseo tiene que ver con lo despeinado y lo descolocado.
Una joven de 18 años cuyo deseo es volver a juntar a sus padres separados. Y relata sus gustos y experiencias sexuales y su estrecha relación con todos los fluidos de su cuerpo. Especial predilección siente por la sangre. ‘Disfruto con el sabor de la sangre en la boca mientras seguimos follando. Me resulta muy excitante y suelo quedar muy triste cuando el periodo termina al cabo de dos o tres días lupinos’.
Rememora sus experiencias en una estancia hospitalaria. Pero no olvida su objetivo. Sus padres. A ver si llegan juntos de visita. Pero siempre vienen por separado. Hoy ha estado su padre. ‘Dice que va siendo hora de marcharse. Le espera el trabajo. ¿A qué se dedica en realidad?. Hay cosas que si no se preguntan a tiempo ya no pueden preguntarse nunca’.