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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

El prisionero: El primer gran final polémico de la historia televisiva

Los finales de las series televisivas son sometidos en la actualidad a un escrutinio y análisis que en algunos casos roza la paranoia, en especial si el resultado no colma las expectativas que la mayoría de sus fans habían depositado en el mismo, con el polémico final de “Perdidos” o “Como conocí a vuestra madre” como mejor ejemplo de desatar pasiones encontradas como reacción al final que los productores han decidido como final de su proceso creativo.

Pero no se crean que este es un fenómeno exclusivo de los últimos tiempos, ya que hoy vamos a analizar el caso de una serie, “El Prisionero”, que alcanzó una enorme popularidad en todo el mundo a finales de los años sesenta, incluyendo nuestro país y cuyo último episodio desató oleadas de indignación en el Reino Unido, colapsando la centralita de la BBC, e inundando de cartas al director a todos los diarios, incluyendo las hojas  parroquiales.

Una historia futurista e innovadora que capturaba al espectador desde el principio, con una estética visual y una calidad de producción apenas vista hasta ese momento con un héroe que sufría enormemente en cada capitulo en sus vanos intentos de escapar de la aldea donde estaba prisionero, se convirtió en una obra de culto, solo empañada por el final que analizaremos en profundidad en este articulo del recuerdo de cada viernes.

Ficha: El prisionero (The Prisoner) 17 episodios.   Sep 1967-Feb 1968. ITV (UK)- la 1 (E)

Sinopsis:  Un agente secreto británico del que no se nos revela el nombre, decide dimitir y abandonar su puesto, con la intención de huir del país de forma inmediata. Sin embargo es capturado y sedado en su casa, despertándose en un pueblo en apariencia apacible e idílico pero donde va a ser confinado sin posibilidad de escapar, siendo reducido a un mero numero, “el numero seis”.

La fascinante cabecera, explica en menos de dos minutos la premisa de la serie de forma sucinta pero completamente inteligible para todos

El inicio: Patrick McGoohan era un actor muy famoso en todo el mundo a principios de los sesenta gracias a su papel principal como el agente especial Drake en la serie “Danger Man”, que aquí fue conocida como “Cita con la Muerte”.

Hacia 1966, McGoohan que se había convertido en toda una estrella y un divo, comunicó a la cadena ITV, su intención de dejar el personaje de Drake porque estaba cansado del mismo y quería hacer otras cosas, pero Lew Grade el presidente de la cadena, intento disuadirle, ofreciéndole carta blanca para un proyecto personal para seguir con ellos.

McGoohan, contactó con un guionista de su serie George Markstein (derecha), para escribir  y diseñar de forma conjunta una serie para su exclusivo lucimiento

Markstein recordó una historia de la segunda guerra mundial, donde algunos espías enemigos eran internados en un pueblo artificial escoces cerrado y sin posibilidad de escape y decidió adaptar la idea a la época de la guerra fría, internando a un agente secreto que abandona su cargo, pero peligroso por sus conocimientos en un entorno hipercontrolado para seguir sus pasos.

El concepto entusiasmó a la ITV que les encargó una primera temporada que querían que fuera lo mas larga posible para poder vendérsela a la CBS americana y entre los siete que querían los creadores y los 36 de la CBS, acabaron pactando un termino medio entre 16 y 22 dependiendo de las audiencias.

El estreno fue un enorme éxito de crítica y público, ante una serie que era diferente tanto desde del punto visual como sobre todo argumental a todo lo que se había visto en ese momento, con ese tono moderno-futurista  que se convirtió en una de sus señas de identidad. El trepidante trailer fue un buen cebo para captar a los espectadores ademas de la fama del propio McGoohan.

La trama:
Una vez establecida la premisa que era repetida en cada ocasión en los títulos de crédito, la trama se desarrolla de forma integra en la aldea donde esta confinado el prisionero. Los primeros episodios giran sobre su adaptación a su nuevo entorno, donde su rebeldía y ganas de escapar, se ven contrarrestadas por la apatía y conformidad del resto de los habitantes resignados a su destino y a pasarlo de la forma mas placida posible.

En sus primeras indagaciones, va a entrar rápidamente en contacto con el elemento mas característico de la serie una bola gigante de plástico a la que llaman Rover (aunque para mi siempre fue “La Bola”)que es la encargada de mantener a raya todos los intentos de evasión de la aldea.

El primer contacto del numero seis con la bola es el primer episodio, cuando la ve por primera vez, persiguiendo y sometiendo de forma expeditiva, a una persona non grata para el status quo del lugar

Los episodios giraban siempre en torno a dos ejes principales, en primer lugar descubrir el misterio de quién y porque le había capturado, lo que intentaba averiguar dentro de los confines del pueblo/prisión, interaccionando con el resto de los prisioneros. De ellos solo conocía el numero, como le sucedía a él, destacando su interacción con el numero dos, al que presuponía el líder local del cotarro, pero que en un gag recurrente cambiaba cada semana de personaje y actor.

Por otro lado, el segundo eje eran sus continuos intentos de escapar como sea del lugar, por tierra, mar o aire que acababan ineludiblemente encontrándose con “La Bola”, que siempre acababa restableciendo el orden y frustrando sus tentativas.

Su rebelión se centraba muchas veces en otra de las frases que han pasado a la historia, su famoso “ No soy un numero, soy una persona libre”, que resumía su rebeldía ante la situación que sufría, como pueden ver en el vídeo

La serie fue filmada en un pueblo de la costa galesa, construido exclusivamente para el rodaje, con influencias claras del país de las Maravillas de Alicia, y con un vestuario curioso y atemporal estilo años 20.

La serie se planteaba como una metáfora de que todos somos prisioneros de alguna cosa, que puede ser mas o menos externalizada como esa aldea cerrada, o de nuestros propios miedos interiores y en todos los casos nuestros intentos de escapar determinan gran parte de nuestros actos.

La serie era muy diferente, en primer lugar porque el protagonista no era un héroe que resolvía todos los problemas al final del capitulo, sino que no conseguía escaparse siendo capturado y vuelto al redil, al final de cada capitulo.

La sensación de derrota continua, parecida a los trabajos de Sisifo, la convertía en una serie desasosegante que fue mi primer recuerdo televisivo de ese tipo, de sufrir con el protagonista y con sus intentos infructuosos de escapar, pero su estética futurista de la época y las tramas conspiratorias me compensaban esos malos momentos que pasaba cuando veía aparecer a “La Bola”, mi primer ente maligno infantil.

Al verla bastante pequeñajo, la verdad es que me marcó mucho y es de las series que recuerdo mas nítidamente de mi infancia, precisamente porque era diferente a todo lo demás y contenía imágenes de gran fuerza que se quedaron para siempre en mi subconsciente.

Recuerdo que a mi padre le encantaba, por ese rollo futurista y de espías que eran sus géneros favoritos y la solíamos mirar conjuntamente y casi en solitario, porque el resto de mi familia huía de ese tipo de series, pero tengo que reconocer que mas de una noche me dio pesadillas por la maldita bola.

La serie ha envejecido bastante bien al tener una estética atemporal, e incluso diría que algunas de las cosas que avanzaba la serie ( circuitos cerrados de televisión, tarjetas de crédito, etc), ahora forman parte de nuestro universo cotidiano y se entienden mejor con perspectiva arqueológica que con la futurista de la época, por lo que si desean conocer un pedazo de la historia televisiva, no duden en recuperarla por algunos de los múltiples formatos en que se sigue comercializando y emitiendo.

Los actores: Como hemos comentado, la serie tenia un protagonista absoluto Patrick McGoohan, que junto con Roger Moore ( El Santo) y Patrick McNee ( Los Vengadores), fueron la trilogía de actores televisivos británicos mas famosos de la década de los sesenta. McGoohan nació en Nueva York , pero sus padres volvieron a su Irlanda natal cuando tenía cuatro años, para asentarse posteriormente en Sheffield que es donde creció y se educó.

Empezó a trabajar en obras de teatro, hasta que en 1960 saltó a la fama por “Danger man”, que siguió con este papel, que aunque breve le marcó de por vida. McGoohan estaba excelente como actor en un personaje modelado a su imagen y semejanza y todo un vehículo para su ego que crecía a cada capítulo como un gremlin tras recibir agua.

Su carrera posterior estuvo repartida entre el cine y la televisión, tanto como actor como director, apareciendo en películas como “Fuga de Alcatraz” o en la serie de su gran amigo Peter Falk, “Columbo”, donde siempre encarnaba a los mejores villanos como atestiguan los dos Emmys al mejor actor invitado que ganó gracias a enfrentarse al famoso detective de la gabardina

Su vida siempre estuvo ligada al papel del “Numero seis”, accediendo a autoparodiarse junto con su serie en un capitulo de la enorme referencia cultural que son los Simpsons, con la bola persiguiendo a la pobre Marge, y McGoohan prestando su voz al numero seis, en lo que fue su último trabajo televisivo, hasta su muerte en 2009 a los 80 años.

El único personaje que salía con una cierta frecuencia en la serie era un mayordomo mudo que desesperaba al propio McGoohan que no cesaba de preguntarle cosas sin obtener respuesta alguna, el actor era un maltés llamado Angelo Muscat que seguro recordaran por la foto, pero que poca cosa hizo mas que papeles raros de este tipo, debido a su físico tan peculiar.

El Final:
Patrick McGoohan, visto el éxito de la serie, se convirtió en un divo insoportable, pidiendo toda la atención para él, y entrometiéndose en todos los aspectos de la serie, guiones y dirección especialmente, lo que provoco la salida con cajas destempladas de su co-creador George Markstein que era el que mantenía el tipo argumental de la serie, harto de que se le negara su aportación.

Con la salida de Markstein hacia el episodio 13, la serie pasó a ser dominio exclusivo de McGoohan, que pasó a escribir y dirigir casi todos los episodios restantes, pero con la calidad de la serie resintiéndose de su ejercicio egomaniaco, ademas recibió una oferta suculenta para protagonizar la película “Estación polar Cebra” y decidió apostar por un nuevo juguete, cerrando la serie con premura.

El episodio final “Fall Out”, lo escribió en una semana y con la intención de revelar el máximo secreto de la serie ¿quien era el misterioso numero 1?, que movía todos los hilos, pero el mismo McGoohan que no tenía ni idea de quien iba a ser antes de escribirlo y fue improvisando sobre la marcha y al final tiro por la calle de en medio, con unos veinte minutos finales que reinventan toda la serie, culminando con un plano final de cuatro segundos que desató las iras de los seguidores de la serie.

La reacción fue tan furibunda, que el propio McGoohan se vio obligado a esconderse por las reacciones de la gente de la calle, ante lo que consideraron una auténtica tomadura de pelo, de la que renegó hasta su cocreador George Markstein, por lo que ríanse ustedes del trato a Damon Lindelof, ante los escraches diarios que sufría en su casa Patrick McGoohan.

Personalmente, el final no lo entendí en absoluto y me quedé con pasta de boniato mirando a mi padre, diciendo “Ya está, ¿Todo para esto?”, por lo que muy convencido tampoco me dejo, en especial como final de una serie que me encantaba. El tiempo y alguna revisión posterior ha matizado un poco la reacción, pero me sigue pareciendo chapucero y lo que es peor traicionando toda la esencia de la serie que es lo peor que le puede pasar.

El remake:
Como se pueden imaginar, una serie de culto de estas características no podía escapar a la fiebre de los remakes y en este caso en 2009 la cadena AMC, buscando emular el éxito de “Mad Men”, encargó una miniserie de seis capítulos para recuperar el original británico.

La serie se estrenó en Noviembre de 2009, y a pesar de contar con un reparto de lujo con nombres tan conocidos como Jim Caviezel ( Person of Interest), Sir Ian McKellen, Ruth Wilson (Luther, The Affair) o Hayley Atwell ( Agent Carter) fue un auténtico fiasco

En su momento y con razón fue  masacrada por la crítica, por considerarla muy inferior a la obra de culto que fue la británica, como pueden ver en el trailer de remake.

Si no han visto el original, la verdad es que la miniserie puede colar y se deja ver solo por ver a grandes actores en otros registros lejos de los que por son famosos, ademas de haber sido rodada en los espectaculares paisajes de Namibia, con sus dunas gigantes, lo que le da un punto de exotismo a la serie, pero la verdad es que es muy floja y palidece enormemente comparada con la de los años sesenta.

Epilogo:

El cierre del articulo en este caso, tiene que empezar por mostrarles el precioso vídeo final de los títulos de crédito de cada episodio , con esa bicicleta excéntrica, como símbolo de la serie.

Hoy hemos agitado la colmena de los recuerdos para hablarles de una de las pocas series que han conseguido un estatus de culto durante casi medio siglo, y que se convirtió en su momento en una referencia del genero fantástico en la televisión ademas de las grandes memorias, que como en mi caso, les pueden haber traído estos apuntes sobre “El prisionero”.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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