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Carlos Elorza

Sesión Continua

Bond, James Bond. La opinión experta

Es la campeona de las taquillas donostiarras. Y de las españolas. Y de las europeas. Y de las mundiales. En un mes ha recaudado más de 400 millones de dólares. Y eso que lleva 46 años y más de 20 películas repartiendo mamporros, ligándose a mujeres espectaculares, viajando por todo el mundo y sacando a pasear su licencia para matar. Pero es que él es Bond, James Bond.


Y entre los seguidores de este blog, me consta que hay al menos un fan confeso de la serie, casi tan tan fan como Kathy Bates de James Caan en Misery. Es Coffeetime People que durante la visita de Richard Gere al penúltimo Zinemaldi, nos recordaba que había venido acompañado de su señora y ex chica Bond, Carey Lowell. Y como fan fan que es ha tenido el detalle de enviarme su opinión acerca de Quantum of Solace. Y como yo soy legal, reconozco que para este artículo me he surgido un negro. Esto es lo que le ha parecido la película.



“La nueva película de James Bond nace como vibrante continuación de la anterior entrega. Es por ello que el clásico esquema narrativo de planteamiento, nudo y desenlace se queda sólo en el nudo y el desenlace.


Su inicio es muy rápido y nos crea una sonrisa similar a la que nos sacó en su día el arranque de Alta Tensión, en la que los ágiles movimientos de Timothy Dalton nos hicieron olvidar de un plumazo los acartonados gestos de las últimas entregas de Roger Moore.


Pero una vez pasados los títulos de crédito, la historia sigue con el mismo ritmo, en la que apenas da tiempo a asimilar la historia (y aunque me duela decirlo, las películas de JB no tienen en la historia su punto más fuerte).


Por esto, y dado que los creadores se han remontado a los inicios del personaje en este film, me voy a permitir juzgarlo con un punto de vista cercano al que supusieron las primeras películas.


La vuelta a los orígenes que supuso Casino Royale, en la que acercaban al personaje de la novela (frente a las fantasiosas historias en las que vimos a Pierce Brosnan), contrasta con el alejamiento que ha traído Quantum of Solace respecto de las películas clásicas.


Y precisamente lo que más echo en falta en Quantum of Solace es lo que más desprendía Agente 007 contra el Doctor No: lugares de ensueño, lujo y estilo (Martinis con Vodka, trajes a medida confeccionados en Savile Row, etc.).


Gran parte del que hoy llamamos ‘estilo inglés’ de James Bond fue creado durante el primer rodaje por Sean Connery y Terence Young, el director. Y es curioso que un director de películas dramáticas, como es Marc Forster, haya sido capaz de alejarse tanto de ese estilo.


De este modo, han perdido muchos de los detalles que han contribuido a crear el personaje de James Bond a lo largo de 22 películas: no menciona su nombre en ningún momento del film, no bebe Martini con Vodka, se acuesta con una sola chica… Han querido llegar tan al embrión del personaje, que parece que se han olvidado de él.


Pero no sólo el personaje huye de sí mismo, sino que la propia película también lo hace: la espera a la que nos somete para ver la, hasta ahora, secuencia inicial del cañón; o la melodía de James Bond, que aparece en el mismo momento.


Hay estudios que afirman que uno de cada dos habitantes de la tierra ha visto alguna película de James Bond. Aunque mucho me temo que, si el personaje sigue por estos derroteros, corre el riesgo de que no lo reconozcan.”


 


Y para que no se diga, aquí os paso el link a la crítica de la película que escribí para la edición de papel. Que lo de Bond, James Bond yo también me lo he currado.


http://www.diariovasco.com/20081123/cultura/bond-20081123.html


 


noviembre 2008
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