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Ainara López

SukaldaTU

Operación torrija perfecta

Estamos en plena época de torrijas y se de buena tinta que andáis preparándolas por aquí y por allá. Las torrijas es uno de esos platos fáciles de preparar pero difíciles de hacerlos de una manera high level (de nivelón que diríamos). Hay varios factores que hacen que este postre pase sin pena ni gloria o que haga que toquemos el cielo con los dedos de la mano. Hoy estoy dispuesta a contaros los mil y un secretos (me he pasado, no llegan a un puñado de trucos) para que consigáis esas torrijas a la altura de un buen restaurante de postín.

Vamos a empezar por el ingrediente más importante de este delicioso postre, el pan. Mi deformación profesional hace que os aleccione en este tema, trabajar el The Loaf  hace de mi una tiquismiquis panarra de mucho cuidado, pero en este tema concreto tengo razón y mucha. Ayer preparé torrijas con tres panes diferentes para poder documentar este post cómo es debido. El primero de ellos con un classic (pan de masa madre con una pequeña cantidad de levadura, miga pelín gelatinosa pero no en exceso por esa aportación de levadura), no quedaba una torrija bien empapada, tan solo un sutíl toque para mi gusto insuficiente. La segunda prueba fué con pan de barra, sé que muchos los hacéis con este tipo de pan, no me gusta esa sensación tan presente de la corteza, soy de torrija con mucha miga y en este caso tampoco cumplía mis expectativas. El tercero de los panes fué un delicioso pan de molde, no de molde supermercadero sin sustancia ni ná, un molde bien enriquecido con su leche y su mantequilla, su miga bien densa apta para absorber toda esa leche de la que hablaremos más adelante. Cómo os habéis podido dar cuenta me quedo con esta tercera opción, un pan de molde de calidad y cortado en rebanadas de más de dos dedos de ancho (pasen por The Loaf a partir de las cuatro de la tarde y lo encontrarán).

Ya tenemos el pan, ahora vamos a por la leche. Para mi gusto tiene que ser entera, con todas sus grasas y deliciosas calorías. Debemos infusionarla con mimo por que esa va a ser la esencia, el aroma, el olor de este popular postre. Necesitaremos piel de naranja y limón, buena canela en rama y una vaina de vainilla (que no esencia de vainilla, no me seáis marranos). La infusinaremos a fuego lento sin que llegue a hervir y dejaremos templar antes de meter las rodajas de pan en su interior. El momento de empapar el pan también es un tema complicado, hay que empapar el pan sin que se desmorone pero tiene que estar jugoso. Os recomiendo haceros con dos espumaderas y dar la primera vuelta rápido para que nos e os rompa, dejaremos escurrir sobre una rejilla.

Llega el momento de la fritura. Os recomiendo una aceite de oliva virgen extra de calidad, bueno para este y para todos los platos que podáis preparar en vuestra cocina. La temperatura del aceite también es fundamental, caliente pero no humeante (entre 150/160 grados). Pasaremos las torrijas con mucho cuidado por huevo batido y las freiremos. Siempre las sacaremos a  papel absorbente para quitar en exceso de aceite, incluso les pasaremos un papel por encima. Hay una opción de torrija sin fritura, con el pan empapado y con la terminación de caramelizarla con soplete (mi preferida).

En la recta final del tema torrijero nos encontramos con el azúcar. Aquí tenemos varias opciones, para gustos los colores. Desde lo más clásico cómo es rebozarlas en azúcar con canela o las que dan un toque más sofisticado y especial como es el azúcar caramelizado (mis preferidas). La primera opción es tan sencilla como pasar las torrijas una vez fritas por una mezcla de azúcar con un poco de canela. La segunda y mi preferida es más complicada porque tenemos que hacernos con un soplete de cocina ( de venta en ferreterías y grandes superficies ), echaremos azúcar por encima y pasaremos el soplete hasta que el azúcar empiece a caramelizar, tiene que quedar crujiente. El crujiente del caramelo y la melosidad de la torrija con este tipo de pan hacen para mi gusto una torrija diez.

Ahora es el momento de p0neros los ingredientes, también os dejo el enlace a mi otro blog para que veáis con más detenimiento las diferentes torrijas que podéis preparar. Pan para torrijas, torrijas tradicionales y mi receta favorita (enlace).  Las torrijas se pueden acompañar de helado, frutos rojos, una crema de yogurt… No las dejéis solas, bien acompañadas hacen de ellas un grandioso postre.

 

 

 

Ingredientes.

1/2 litro de leche

1 rama de canela

1/2 vaina de vainilla

3 cucharas soperas de azúcar

La piel de medio limón

La piel de media naranja

Huevo

Aceite de oliva

Azúcar y canela

On egin!

 

 

En cualquier sitio puede haber un buen cocinero y podrías ser tú

Sobre el autor


febrero 2015
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