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Ainhoa Cilveti

El trampolín de tu vida

Amar sin olvidarnos de nosotros

Esta semana se me ha presentado un caso en el despacho muy común: Alguien que quiere mucho a su pareja y se olvida de lo que él mismo quiere. Muchas veces equivocamos amar con dar, y lo que es peor con olvidarnos lo que somos nosotros mismos.

“No se puede dar aquello que no tenemos”.

Me explico, esta persona, está preocupada por el bienestar de su pareja, y en esta preocupación se ha olvidado de lo que él quiere, haciendo que la otra persona también olvide que su pareja también tiene necesidades. Los dos han centrado todo en una sola persona, logrando desgastar la convivencia y obteniendo como resultado que ahora los dos se encuentran mal. Volcarnos en la otra persona olvidándonos de nosotros mismos es una costumbre muy habitual, incluso en muchas ocasiones, se considera la decisión acertada, ya que lo contrario puede parecer egoísta. Pues bien, si nos olvidamos nosotros de lo que queremos, nadie va a venir a recordárnoslo, y menos aún, la persona que tenemos al lado y que está encerrada en sí misma. Por lo tanto, si tenemos que ocuparnos de alguien, comencemos por nosotros mismos, y luego seremos capaces de ofrecer a la otra persona lo que necesita.

 

 

Estoy hablando del caso de una pareja, pero esto mismo se puede trasladar a los hijos, los padres o los amigos, a cualquiera que tengamos a nuestro alrededor y necesite nuestro apoyo. Si consideramos que precisan que nos ocupemos de ellos y queremos hacerlo, nadie nos lo puede impedir, pero si queremos hacerlo bien y que no nos repercuta negativamente en nuestras vidas, debemos pensar también en ocuparnos de nosotros mismos a la vez que les echamos una mano. Estoy convencida, que la mayoría de nosotros tenemos algún conocido que ha dado su vida por alguien de su entorno, y cuando digo dar la vida, me refiero a hacer lo indecible porque la otra persona se sintiera bien, sin preocuparse de uno mismo. Y esta situación, a medio/largo plazo pasa factura, y es la persona que apoya la que finalmente necesita ser apoyada. Para no llegar a esta situación, para poder ofrecer nuestra ayuda durante más tiempo, seamos prudentes y midamos nuestras fuerzas, teniendo en cuenta que también necesitamos recargarnos. Esto no es ser egoísta, simplemente es ser precavido y desear estar todos bien.

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