Comienza el nuevo curso y empezamos con una nueva idea. El verano y las vacaciones sirven para desconectar, descansar, disfrutar y cargar las pilas, lo que nos puede llevar a que surjan nuevos proyectos en nuestra vida. Estos proyectos pueden ser personales o laborales, cualquiera que sea el tema nos impulsa a volver a la rutina del nuevo curso y a ilusionarnos con él.
A veces, no nos surgen las ideas de forma inmediata y hay que darles forma para que se conviertan en un nuevo objetivo, y por lo tanto un nuevo reto que nos lleve a motivarnos, y otras veces, puede ser cualquier nueva idea que se nos haya ocurrido durante ese proceso de desconexión que hace que las ideas fluyan. De cualquier forma, es un nuevo comienzo que nos va a permitir disfrutar del nuevo arranque que a la mayoría de nosotros nos supone el volver a empezar.
Cojamos esa idea y aprovechémosla para nuestro planteamiento vital de sentirnos bien:
A medida que vamos avanzando en estos ocho pasos, iremos recabando la información necesaria, tanto para ser conscientes de qué es lo que podemos hacer y qué es lo que debemos cambiar. Tanto si vamos directos, como si necesitamos volver al punto de partida, estaremos aprendiendo, tanto sobre nuestro objetivo como sobre nosotros mismos, y sobre cuáles son las habilidades que mejor realizamos y cuales debemos reforzar.
Como he dicho antes, esto sirve a todos los niveles y para todas aquellas personas que quieran sentirse estimuladas por nuevos proyectos, sean estos complicados o simples, pero si algo está claro, es que siempre estaremos aprendiendo. Puede tratarse de un estudiante que afronte un nuevo curso, una ama de casa que quiera experimentar nuevas estrategias para lograr más tiempo libre o un alto ejecutivo que quiera llevar un nuevo proyecto para su empresa, cualquier reto es válido, y lo que es más importante, cualquier reto nos va a hacer sentirnos mejor y más útiles.