Mediodía en mi reloj, segundo domingo de regatas. La bandera más importante del año, la de San Sebastián, la llamada “olimpiada del remo”. En la distancia conecté la televisión por internet; que gran invento. En la primera tanda remaban mis chicos de la Donostiarra, los que representan dignamente y sin un gran presupuesto a la ciudad. Un buen resultado y ganas de mejorar en la temporada que viene.
Llegó la tanda de las cuatro mejores de la primera jornada. Kaiku decepcionó y no iba a luchar por el triunfo final, la gloria estaba destinada para Urdaibai, Hondarribia u Orio. Comenzó lo bueno y parecía que los de la Bou Bizkaia no iban a perder esos tres segundos ganados con los verdes y los seis con los amarillos. Venían las tres tripulaciones lanzadas en dirección a la bahía y Hondarribi cogía la cabeza. Se despegaba un segundo de los vizcaínos y entonces los de Bermeo invadieron la calle que pertenecía por sorteo a los guipuzcoanos. Esto es objetivo, es lo ocurrido. El juez mandó desalojar la calle, pero Urdaibai ya había tocado hasta en cuatro ocasiones las palas de los de la Ama Guadalupekoa dejando en nada la remontada.
En mi humilde opinión, los jueces tenían que haber descalificado a Urdaibai en el agua, no debieron terminar la regata. La reclamación de después y el posterior triunfo de Hondarribia empañan un poco el desenlace. Lo que no podía esperar es el espectáculo lamentable que vivimos tras el final de la prueba. Me pareció que algunos remeros de Hondarribi tuvieron un mal ganar y otros de Urdaibai un mal perder; fueron de todo menos ejemplares. Pero lo peor puede que fuese el imbécil que subió al Ciudad de San Sebastián para insultar al jurado, a los presentes y a todos los guipuzcoanos. ¿Qué culpa tengo yo de sus males? ¿Y el resto de tripulaciones de la provincia?
Al paspán de Urdaibai habría que explicarle que su club sí necesita a la Bandera de la Concha, pero esta competición no necesita la presencia de la tripulación de Bermeo. Cuando quieran pueden dejar de venir si tienen algún problema con las decisiones o la forma de actuar. Tal vez también habría que explicarle que para cuando ellos fundaron su club, los de Hondarribi ya habían ganado un buen puñado de banderas y en su historia se han coronado once veces en la capital donostiarra. El primer triunfo de los verdes en esta ilustre competición data de 1881, ¿dónde estaban él y su equipo en aquel entonces? Creo que los remeros deberían de entender que ellos pasan, que los clubs perduran en la historia y que las trayectorias merecen un respeto.
Nadie está insinuando que invadieran la calle de forma premeditada, pero fue lo que pasó. Acaten la decisión, puesto que interrumpieron la remontada más que probable de la tripulación de Hondarribia. Da igual que sean vizcaínos; antes que Urdaibai ya ganaron Santurce, Kaiku u Ondarroa. ¿Qué lecciones o verdades se creen que va a destapar este tipo? Dejen de decir sandeces y pidan perdón. Nadie tiene ningún complot contra ustedes, no son el ombligo del mundo.