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Ivan Castillo Otero

12 pulgadas

Algunos grandes momentos musicales del cine

Me he dispuesto a reunir mis  momentos musicales favoritos de la historia del cine. Es una pequeña lista personal; creo que cada uno debe tener los suyos propios. Comparto los míos, que son una ensalada extraída de películas de diferentes épocas.  Seguro que alguna se me queda en el tintero, pero no da para más mi memoria. Allá van:

La “Charabia” de Chaplin en Tiempos Modernos (1936) y el barbero judío de El Gran dictador (1940)

Para muchos Tiempos Modernos fue la última película del cine mudo. Chaplin, que hasta entonces aborrecía y menospreciaba la voz en las películas, la creó a caballo entre el mudo y lo sonoro. Se oyen ruidos y tenemos esta genial escena en la que se escucha su voz por primera vez. Canta “Charabia”, que es una versión de “Je cherche après Titine” de Léo Daniderff. La letra, que no dice nada, es una mezcla entre francés, italiano e inglés. Es la última burla y desafío del gran maestro a la introducción del sonido en el cine.

Tengo debilidad reconocida por Chaplin y no puedo evitar hacer mención a otro momento suyo en mi lista. Es el mítico barbero judío que realiza su trabajo al ritmo de la “Danza húngara Nº5” de Johannes Brahms. Pulsando aquí verán la escena.

Jonny B. Goode en Regreso al futuro (1985)

Una interpretación adelantada al tiempo en el que transcurre la película. Marty McFly, interpretado por Michael J. Fox, se marca el “Johnny B. Goode” de Chuck Berry.

Los Pixies y el final de El Club de la lucha (1999)

Una incorporación de última hora. Nada como una recomendación y verla un lunes por la noche. Ese final y los créditos con el “Where is My Mind?” de los Pixies mientras todo salta por los aires. Qué bien Brad Pitt y Edward Norton en esta adaptación de la novela de Chuck Palahniuk (Club de lucha, 1996).

La pelea final de Snatch: Cerdos y diamantes al ritmo de Oasis (2000)

“Fucking in the Bushes” de Oasis queda perfecta en la lucha final de Snatch. Todos somos Brad Pitt, el genial gitano de mejores diálogos. Gran obra de Guy Ritchie con muy notables interpretaciones de Jason Statham o Stephen Graham.

El lado bueno de las cosas en La vida de Brian (1979)

Los Monty Phyton se salieron en este clásico. Tiene cientos de escenas memorables, pero el “Always look on the bright side of life” es historia viva del cine y la música. Llegaron a cantarlo en la apoteósica ceremonia que cerró los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

John Travolta y Uma Thurman bailan a Chuck Berry en Pulp Fiction (1994)

Es una de mis películas favoritas y mato por Tarantino. Cualquiera bailaría en ese concurso al ritmo del “You Never Can Tell” de Chuck Berry. Miren que ha movido el esqueleto Travolta en Grease o Fiebre del sábado noche, pero tengo especial cariño a esta ocasión. Pulp Fiction también encierra otras grandes escenas musicales, como “Surf Rider” de The Lively Ones o “Misirlou” de Dick Dale & His Del-Tones. Pinchando aquí enlazo otra más. Tarantino da para un artículo solo de sus películas. Proximamente, prometido.

Bee Gees en Fiebre del sábado noche (1977)

Sí, dejaré fuera a Grease de los bailes de Travolta y de esta lista. Lo que no podía obviar era este momento de Fiebre del sábado noche con el “Stayin’ Alive” de los Bee Gees sonando.

Super Freak en Pequeña Miss Sunshine (2006)

Rick James creo “Super Freak”, una pieza genial para mover el trasero. Años después, en Pequeña Miss Sunshine, supieron darle un uso muy gracioso. No puedo evitar reírme cada vez que veo a la peculiar familia hacer ese baile en el concurso de belleza para niñas. Muy guay. Inserto vídeo de mala calidad, pero en aquí está en buena.

http://youtu.be/VI2JRZWyE-M

Las dos horas de The Boat That Rocked (2009)

En castellano se llamó Radio encubierta. Es una película con un argumento simple pero suficiente en el que destaca su música. Es perfecto cuando suena “Won’t get fooled again” de The Who o el “All Day and all of the Night” de The Kinks al principio, pero me gustan todas las del film.

Música, entre otras cosas

Sobre el autor

Donostiarra de nacimiento y medio coruñés por parte materna. Periodista por vocación. Mi abuela Juana vendía la prensa en un kiosco y la llamaban «la periodista»; así que soy el segundo de la familia que trabaja en el mundo de la comunicación. San Sebastián, Bilbao, Madrid y, ahora, A Coruña. Siempre estoy leyendo algo. Me gusta el rock y tuve un grupillo. Me interesa la historia. Sigo el calendario ciclista de pe a pa, y del fútbol soy de la Real Sociedad. También hago fotos.


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