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Ivan Castillo Otero

12 pulgadas

Rubén Pozo: “Hay veces que podemos perder dinero, pero las sensaciones que estoy teniendo no las había tenido nunca”

Con la llegada del frío a la capital, sacó a la luz esta conversación que data de la primavera de 2013. Ha sido ponerme el abrigo y recordar las estrofas de “Invierno”.

Muchos descubrimos a Rubén Pozo Prats en Buenas Noches Rose, época en la que se pateaba los escenarios al ritmo de los acordes de “Hombre de arena” o “Campanilla”. Aquel melenudo que tocaba la guitarra en esta banda de rock, desaparecida en 1999, se ha convertido en uno de los compositores, cantantes y guitarristas más notables del panorama nacional.

En las distancias cortas es tímido y sincero, lejos de la imagen de artista de la farándula. Se sienta, cruza las piernas, pide un café y juguetea con la cucharilla y el azucarero. Viene abrigado y vestido de negro, elegante y sobrio. Responde con seguridad a todas las cuestiones y alterna miradas a los ojos con otras al suelo, transmitiendo una cierta vergüenza que es el contrapunto con el desparpajo que ostenta sobre las tablas.

Este madrileño nacido en Barcelona (1975) es conocido principalmente por su exitoso paso por la música con Pereza, con quien grabó cinco discos de estudio. En 2011 decidieron dejar de lado esta ecuación, al darse cuenta de que lo honesto era abrir nuevos caminos y preservar su amistad. Se juntaron para un único concierto en 2012, pero no se avistan nuevos planes conjuntos en un futuro inmediato.

En la primavera de 2012 vio la luz Lo que más, primer trabajo en solitario de este caballero de las seis cuerdas. Cuenta las historias de amor y desamor como podría sentirlas cualquiera, donde siempre se corre el riesgo de salir perdedor. Pocos como él hurgan con el bisturí en lo más íntimo de su ser y entonan la autoafirmación del loser. Estamos ante un tête à tête con Rubén, desde la portada al último acorde, se ha abierto en canal para sangrar este disco. Siempre pensé que era como un pequeño George Harrison en los Beatles, así que podríamos decir que Lo que más es su All things must pass.

 

“Mucha gente se toma la música como si fueran los cien  metros lisos, pero esto no es una competición”

 

¿Cuál es la valoración del primer año tras la publicación de Lo que más?

Sin duda que es buena, he experimentado algo que no había hecho nunca. Siempre había tocado en bandas, antes de Pereza fue con Buenas Noches Rose.  Esta ha sido la primera vez que he salido en solitario. Estoy muy contento de defender mis canciones con la guitarra, que a la gente le guste y poder vivir de ello. Desde luego que la valoración es muy positiva.

¿Se podría decir que tiene lo mejor del Rubén más espontáneo de “Tú qué tal” o “Pompa de jabón” y el más maduro de “Margot” o “Está lloviendo”?

Supongo que Lo que más es la evolución lógica que se tenía que dar de todo lo que venía haciendo antes en Aproximaciones, Aviones y los discos anteriores, tanto de Pereza como de Buenas Noches Rose.  No quito ni pongo nada a la lectura que has hecho del disco (se ríe).

¿Los videos de “Pegatina” y “Rucu rucu” son síntomas de que en Lo que más tenemos al Rubén más cercano y sin complejos?

Con el tema “Pegatina” me apetecía salir haciendo algo así, y bailarla me pareció una gran idea. Es algo que no había hecho nunca y estoy muy satisfecho. Con “Rucu rucu” tenía pensado grabar un video con toda la banda, pero hubo un cambio de planes. Justo murió mi abuelo y encontramos muchas imágenes que tenía guardadas en formato Super 8. Así que decidimos hacer “Rucu rucu” con imágenes antiguas que tenía de mi hermano y mías. Mi hermano, Titán Pozo, ha sido el que ha montado todo el vídeo.

Pereza no continuó después de Aviones. ¿Cómo y porqué deciden dejarlo? ¿Iban a terminar como en el videoclip de “Aproximación”?

No, no íbamos a acabar como en el video de “Aproximación”. Los últimos dos discos de Pereza nos quedaron largos y queríamos hacer algo más corto. Cada uno tenía muchas canciones propias y no nos pusimos de acuerdo para hacer un disco conjunto. Así que decidimos salir por separado, cada uno con su material. Además, llevábamos muchos años enlazando giras y discos y era el momento de parar un poco y probar otras cosas.

 

“Con Pereza llenábamos pabellones enormes, pero ahora viene a verme la gente que se ha escuchado el disco de principio a fin”

 

¿Es posible que veamos a Pereza en directo o con un nuevo álbum algún día?

Ahora mismo estamos centrados cada uno en nuestro proyecto, pero en la música nunca se sabe. No cierro puertas a nada, claro que es posible que publiquemos un nuevo disco de Pereza o que nos juntemos para tocar en directo.

¿Qué diferencias ha notado girando con Pereza y en solitario? ¿Es volver a los inicios no vender siempre todo el papel?

Con Pereza llenábamos pabellones enormes, pero ahora viene a verme la gente que se ha escuchado el disco de principio a fin. Hay veces que podemos perder dinero, pero las sensaciones que estoy teniendo no las había tenido nunca. La diferencia también es que con Pereza podíamos permitirnos una infraestructura que en solitario no puedo.

A la gira eléctrica le siguió una acústica. ¿A qué se debe esta decisión?

Echando la mirada atrás, es posible que me precipitara al empezar la gira eléctrica demasiado pronto. Aún el disco no había rodado y no se conocía lo suficiente. No podía permitirme la banda todos los conciertos y decidimos hacer una gira acústica en la que yo fuera presentando en solitario las canciones del disco y de anteriores etapas mías. La necesidad propició la gira acústica, pero ha sido todo un descubrimiento positivo para mí. Por un lado, lo que empezó como una gira pequeña ha crecido hasta superar las 30 fechas. Nos llaman de un montón de sitios para que vaya a tocar en acústico. Por otro lado, he descubierto que puedo disfrutar muchísimo yo solo defendiendo las canciones con mi guitarra.

Hablemos de algunas las canciones. “Nombre de canción” salda una cuenta pendiente, ¿qué cuentas pendientes le quedan a Rubén en la música?

Es cierto que “Nombre de canción” salda una deuda personal, pero no se qué cuentas pendientes me quedan en la música.  Quiero pensar que aún me quedan muchas cosas por hacer.

¿”Pegatina” es lo más vacilón que ha hecho nunca? ¿Llena ese vació de glam en castellano que tiene la música española?

Con Pereza hice también una muy vacilona que se llamaba “Grupis”, y creo que no tiene nada que envidiarle a “Pegatina” (se ríe). Sí que es cierto que aquí se ha llamado glam a algo que no comparto. Mucha gente entiende el glam en España como si fueran Tino Casal o Nancys Rubias.  Respeto el trabajo de ambos, pero para mí eso no es glam. Yo lo entiendo como el “Get it on” de T-Rex, por poner un ejemplo.

 

“No me puedo permitir la banda todos los conciertos. Ellos son trabajadores y tienen que cobrar por concierto. Yo soy el que contrata y puedo quedarme sin ganar dinero, pero ellos no pueden dejar de cobrar lo que les corresponde por hacer su trabajo”

 

Pese a ser involuntarias, ¿podríamos encontrar influencias del “Black dog” de los Led Zeppelin al comienzo de “Como cualquiera” y de “Margot” al final?

La canción es ledzeppeliana por todos los lados, pero “Black dog” es muy grande. “Como cualquiera” queríamos que fuera el rock más pesado del disco y el final sigue esa línea. No sabíamos si meterla en el disco y se la enseñé a la banda en el estudio con la guitarra acústica. Les gustó, la grabamos y se quedó para el álbum la única toma que hay del tema. No la repetimos, esa tenía la magia del rock. Tiene un pequeño fallo y lo dejamos, a mi me gustan esos pequeños fallos maravillosos.

“Invierno” es una de las canciones más tristes que ha escrito nunca. ¿Cómo se le ocurrió tocar un tema tan delicado y tan poco habitual en sus composiciones?

El comienzo de la canción lo tenía desde hace años, fruto de una relación turbulenta que padecí. Trasteando por casa encontré el papel con ese trozo de letra y decidí continuarlo. Le di otro enfoque y conté una historia de amor llevado a la peor de sus consecuencias: los malos maltratos y el asesinato. Es un tema triste e hice el trabajo de meterme en la cabeza de varios personajes para escribirlo. Pero al final se puede decir que he tocado también el tema del amor como en otras ocasiones, en este caso el amor mal entendido.

¿Por qué se quedó fuera del disco físico y apareció por otros canales la canción “En cualquier parte”?

Quería hacer un disco corto, de unos diez temas. Al ser el primer disco en esta nueva etapa en solitario, diez temas son pocos para defender en directo. Metí doce en Lo que más y regalé “En cualquier parte” a iTunes. No quería que se quedara en el tintero después de tenerla grabada.

¿Qué depara el futuro a Rubén Pozo? ¿Fin de gira y un segundo disco en solitario? ¿Hay nuevas canciones en su tintero?

Cuando terminé de grabar Lo que más tuve un momento de sequía, no me salían canciones nuevas. Me preocupé, algo va mal cuando no sale nada de aquí arriba (se señala la cabeza). Pasó el tiempo y comencé a componer cosas. Ahora mismo tengo material para un segundo disco y ya he puesto en conocimiento de mi manager y de la casa de discos mi intención de grabarlo. Les he dicho que vayan pensando si quieren que haga un disco acústico o eléctrico con la banda. De momento lo estoy maquetando y aún queda trabajo por hacer. Además, tengo fechas confirmadas por tocar.

¿Cómo le afecta la crisis a la hora de trazar sus futuros planes? ¿Y las medidas sobre la cultura que toma el gobierno?

En primer lugar, a nivel de infraestructura para hacer la gira. Como te decía antes, no me puedo permitir la banda todos los conciertos. Ellos son trabajadores y tienen que cobrar por concierto. Yo soy el que contrata y puedo quedarme sin ganar dinero, pero ellos no pueden dejar de cobrar lo que les corresponde por hacer su trabajo. Ahora vivimos un momento de recesión a todos los niveles y la gente se piensa mucho en qué gastar su dinero, a qué conciertos acudir y qué discos comprar. Es un momento complicado para todos. Si a esto le sumas el IVA abusivo que nos ha impuesto este gobierno a la cultura en general, el panorama no es nada bueno.

 

“Me gustaría morir con cien años, encima de un escenario y con la guitarra colgando”

 

Algunas preguntas cortas¿Deberían dejarlo los Rolling Stones?

No (no duda).

¿…pero no le parecen un parque de atracciones?

Me gusta que sigan tocando, es una de mis bandas preferidas. A mí me gustaría morir con cien años, encima de un escenario y con la guitarra colgando.

¿Es absurda la pregunta “Beatles o Rolling”?

Sí, totalmente. Mucha gente se toma la música como si fueran los cien metros lisos. Esto no es una competición.

De no ser músico, ¿qué sería?

Escritor (tampoco duda).

Y de ser futbolista, ¿cuál le hubiera gustado ser?

Pelé.

¿Un libro?

“La máquina de follar”, de Bukowski.

Fotos: Carla Faginas Cerezo e Ivan Castillo Otero

Música, entre otras cosas

Sobre el autor

Donostiarra de nacimiento y medio coruñés por parte materna. Periodista por vocación. Mi abuela Juana vendía la prensa en un kiosco y la llamaban «la periodista»; así que soy el segundo de la familia que trabaja en el mundo de la comunicación. San Sebastián, Bilbao, Madrid y, ahora, A Coruña. Siempre estoy leyendo algo. Me gusta el rock y tuve un grupillo. Me interesa la historia. Sigo el calendario ciclista de pe a pa, y del fútbol soy de la Real Sociedad. También hago fotos.


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