El pasado 13 de septiembre publiqué aquí un artículo que encendió a los más fervientes fans de Bruno Mars. Hablaba de su designación como actuación para el descanso de la Super Bowl y opinaba que me parecía algo escaso, con menos atractivo que conciertos de ediciones pasadas. Los antes mencionados seguidores no atendían a lógicas ni razones y alguno se atrevía a poner a este artista emergente por encima del mismísimo Michael Jackson. Tócate los pies, que diría aquel.

Hace unos días desde la organización de dicho acontecimiento se anunció que Red Hot Chili Peppers acompañarán a Bruno Mars en el descanso de la Super Bowl. Sin ser una de mis bandas de cabecera, creo que la inclusión de este conjunto en el plantel aliña un poco el tema. Estamos ante uno de los momentos televisivos más vistos de todo el año en Estados Unidos y, de rebote, en todo el mundo. Para los pocos entendidos en fútbol americano, la Super Bowl es el partido que proclama al campeón de la temporada, y lo disputan el campeón de la Conferencia Nacional contra el de la Conferencia Americana. Tampoco es que yo sea un seguidor de esta competición, lo sé por cultura general deportiva. Si les digo la verdad, el juego en sí me aburre, pero el descanso siempre está entretenido.

Como narré en el antes mencionado artículo, la NFL (Liga de Fútbol Nacional de EE.UU.) se dio cuenta de que en el entretiempo se les iba la audiencia a otros canales. Por eso, en 1993 decidieron contratar a Michael Jackson para que cantara “Heal the Wolrd” junto a 3.500 niños. Fue un éxito y desde entonces decidieron organizar un show que supera en espectadores al propio partido.

Por ese apetecible escenario han pasado los inmortales Rolling Stones, U2 (en el año 2002, tras el atentado del 11 de septiembre, tuvieron un recuerdo para las víctimas antes de la canción “Where the Streets Have No Name”), Madonna o Beyoncé. Para el recuerdo queda también el año en el que Justin Timberlake quitó parte del vestido a Janet Jackson en el final del tema “Rock Your Body”, descubriendo un pecho en el que solo una estrella tapaba el pezón de la muchacha.

Veremos qué sale de esta ensaladita que se han montado para este año. Nunca dio tanto de sí el descanso de una competición deportiva. Eso sí; les pido a los fans de Bruno Mars que esta vez no me monten el gallinero de la última vez. No estoy diciendo que este chico cante mal o sus composiciones sean deficientes, solo creo que las comparaciones son odiosas cuando compite de algún modo con artistas que le quedan a años luz por trayectoria y calidad.