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Ivan Castillo Otero

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Hoy vamos a analizar unas letras de Lori Meyers

Para que luego no digan que los periodistas engañamos con los titulares. Hoy vamos a analizar unas letras de Lori Meyers y punto. Los he elegido porque creo que rizan el rizo con sus composiciones, pero se puede extrapolar a muchos grupos de los llamados indie que están surgiendo como una plaga imparable en todo el país. Hay que decir que muchos hacen cosas muy interesantes. Estas líneas no pretenden crear ni aportar nada, son más destructivas que otra cosa. Aviso para que no se me subleven.

Las letras simples y que no dicen nada están más que inventadas, y he de decir que no me parecen algo despreciable. Lo que opino que es rancio es dártelas de súper alternativo y escribir unas letras vacías de seso. ¿En qué quedamos? ¿Qué eres? O, mejor dicho, ¿qué intentas ser? No quiero bucear en exceso, solo me voy a parar en “Panilandia” y “Emborracharme”. Sin más preámbulos, vamos allá. Lean este párrafo de la primera de las dos.

“Hay cosas que quisiera borrar
no haber dicho tantas tonterías
que no ayudaron y empezaron a ensuciar
Pero es que no puedo soportar,
y sabes que me cuesta la vida
pensar que todo era mentira e irreal.

A veces pienso que no existen todos mis complejos
A veces pienso que no existen todos mis defectos”

¿Se puede decir menos con tantas palabras? Yo que sé, me parece bien que les pueda gustar, pero es innegable que viste con telas de alta gama la simpleza más sosa y desaliñada. Antes de publicarse, les podría haber dicho que esto es de lo nuevo de Melody y se lo habrían creído. Vamos con la otra, de nombre “Emborracharme”:

“Me levanté tarde
Y la resaca
Que ahora tengo
Me impide llamarte
Y con las ganas
Que ahora tengo
De follarte
Y me has mandado algún mensaje
Que vi tarde
No va el WhatsApp
No carga el vídeo
Que mandaste.

Y beber todo ese batido,
Acompañarlo después
Con vino
Beber hasta emborracharme
Hasta caer rendido
Y levantarme

Sigo aún borracho perdido
Pero me atrevo
A contarte
Que yo no puedo
Ser tu amigo”

Si cabe, esta es aún peor. Las estrofas en las que habla de ponerse hasta arriba de alcohol y de fornicar podría haberlas firmado el más malote de mi barrio. Se me entiende. Repito, me parece genial que les guste, pero no me lo vendan como musicón u obra maestra del pop. No tengo nada en contra de estos chicos ni de los de su cuerda, pero este artículo me estaba saliendo por los poros de la piel y había que exteriorizarlo. El chocolate espeso, la cerveza fría y las cosas claras. Pues eso. Cada loco con su tema.

Música, entre otras cosas

Sobre el autor

Donostiarra de nacimiento y medio coruñés por parte materna. Periodista por vocación. Mi abuela Juana vendía la prensa en un kiosco y la llamaban «la periodista»; así que soy el segundo de la familia que trabaja en el mundo de la comunicación. San Sebastián, Bilbao, Madrid y, ahora, A Coruña. Siempre estoy leyendo algo. Me gusta el rock y tuve un grupillo. Me interesa la historia. Sigo el calendario ciclista de pe a pa, y del fútbol soy de la Real Sociedad. También hago fotos.


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