Está muy bien que los músicos se comprometan con causas sociales y Neil Young, que no hace tanto tocó en Donostia, ha comenzado una cruzada contra Starbucks. Leo con algo sorpresa en la prensa especializada extranjera que el canadiense ha llamado a su masa de sus seguidores a no tomar café en los establecimientos la conocida marca. Yo les diré que es el negocio del siglo, ya que te venden un café que es flojo a más no poder y no es muy barato. Además, si te descuidas te cuelan una taza o alguno de los productos de su merchandising. Vamos, unos genios. Y todos como tontos a subir la foto del vaso de café en las redes sociales.
Volviendo a la denuncia, Neil Young se queja porque la empresa Starbucks se ha unido a una demanda de Monsanto, compañía agrícola especializada en transgénicos, contra el estado de Vermont, que ha aprobado una ley que obligará a las compañías agrícolas a identificar en sus etiquetas los organismos modificados genéticamente. Mosanto se opone a esto y, ségún Neil Young, Starbucks les apoya. Los cafeteros ya han pedido que retiren esta campaña de boicot, puesto que afirman no haberse sumado a nada. Cada uno que crea lo que quiera, pero Young ya ha sentenciado que “Starbucks no cree que tengas derecho a saber lo que hay en tu café”. Yo creo que algo de razón no le falta. Lo que es cierto al 100% es que de su cabeza han salido verdaderos temazos.