Me he permitido el chascarillo de llamar a este artículo «Coronavisión» porque voy a hablar del Eurovisión que no será por culpa de la pandemia del coronavirus. Evidentemente, es un mal menor, una anécdota. Podrá pasar la ciudadanía europea sin el concurso musical, porque lo importante es la salud. Dicho esto, ríos de tinta han corrido y correrán sobre la citada enfermedad y sus terribles consecuencias, así que me propongo poner sobre la mesa algo más liviano.
Hace algo más de dos meses, cuando vivíamos despreocupados porque cómo iba a llegar hasta nuestros barrios esa enfermedad que azotaba China, eché un ojo mientras sudaba en la bicicleta estática a los artistas confirmados para Eurovisión 2020. Dos fueron las candidaturas que llamaron mi atención: la de los rusos y la de los islandeses. Son el día y la noche, pero me parecieron firmes aspirantes al micrófono de cristal.
Por Rusia, el grupo Little Big iba a acudir a la gala, que se celebraba en los Países Bajos, con Uno. Ya saben que allende nuestras fronteras vende mucho meter palabras en castellano para que un tema parezca más latino. Estos peterburgueses, que se distinguen por aunar música, humor y espectáculo, presentaban una canción pegadiza con una estética que era tan excesiva como adecuada para el certamen.
Gagnamagnið, también conocida como Daði & Gagnamagnið, es la banda islandesa liderada por Daði Freyr Pétursson que iba a representar al país norteño en Eurovisión. Su canción, Think About Things, es muy bailable y pegadiza. Además, los atuendos elegidos, son todo un acierto. Me quedé bastante en bucle durante días.
Tanto esta canción como el resto de las presentadas no podrán ser las elegidas en la edición de 2021. Sí podrán ir los artistas, aunque con otras composiciones. Esto es una suerte para Blas Cantó, el representante español, porque Universo era bastante floja. Volviendo a los islandeses, la verdad es que no sé qué versión de su tema me gusta más: la de directo o el videoclip. Eso ya se lo dejo a ustedes. Cuídense.