Aunque en el contexto de la pandemia se haya primado, con razón, la salud, con la nueva normalidad ha tocado ir recuperando lo demás. Todos los sectores se han visto afectados por la frenada en seco que supuso el confinamiento, pero era lo que había que hacer y tal vez se tuvo que hacer antes. La música no ha vivido ajena a esto y el futuro se presenta incierto.
A nivel simbólico, entiendo lo que significa que, por ejemplo, hace unos días actuara Loquillo en el Wizink Center de Madrid, pero lo cierto es que no deja de ser un brindis al sol. A nadie se le escapa que conciertos con 2.000 espectadores en recintos de 17.000 no son rentables. Los músicos y todas las personas que trabajan en su producción y organización no van a poder garantizarse el pan con este tipo de eventos.
No es mucho más halagüeño el panorama para locales más pequeños y, si cabe, menos aún para los que se mueven en el circuito alternativo. Entre los años 2006 y 2010 toqué con la banda de punk-rock en la que militaba en decenas de gaztetxes, bares y salas de pequeño aforo en las que solo entrarían diez personas si hubiera que garantizar las mínimas condiciones sanitarias frente al coronavirus. La excepción era cuando podíamos disfrutar de escenarios grandes en plazas públicas. Entre este tipo de locales humildes, tan necesarios para los grupos más pequeños que están empezando, los hay que viven al día. En esa misma situación se encuentran también muchos trabajadores del mundo de la música.
Estamos en pleno verano, pero el de este año no suena a música de festival y de fiestas patronales. Algunos eventos, como el Jazzaldia de Donostia, han buscado fórmulas alternativas para que se celebren. Para el momento en el que vivimos, no parece mala idea, pero no sé si se podrán permitir que en julio de 2021 estemos en las mismas o parecido. Esa vacuna de la que tanto oímos hablar y que anhelamos será un balón de oxigeno también para el sector musical. No queda otra que resistir y confiar en los que están en la pelea para que nos la podamos poner lo antes posible.