Parecen conceptos opuestos todo lo que representa el 2020 y los nuevos proyectos. En este tiempo raro que nos ha tocado vivir (y que no parece que vaya a terminar a corto plazo), es sencillo dejarse hacer, dejarse llevar. Total, como no se puede hacer nada, haré menos que eso. Admiro profundamente a los que, en medio de toda esta tormenta pandémica, se lían la manta a la cabeza y montan algo nuevo.
A finales del pasado año, se presentó en sociedad La Excavadora. Este grupo está compuesto por Txiki (La Polla Récords, Gatillazo), Angelillo (Gatillazo), Buton (Gatillazo), Pela (Marky Ramone’s Blitzkrieg) y Mikel (ex de Childrain). Entre paréntesis cito solo algunos de los proyectos en los que han participado, ya que todos tienen una amplia experiencia en la industria musical. Cogí con ganas los dos primeros sencillos que adelantaron y, aunque no hayan marcado un antes y un después en mi vida, me agradan. Una vez escuchado el disco, que ha visto la luz esta semana, confirmo mi parecer: Ceniza y Futuro son el prólogo de lo que el escuchante puede esperar en el resto del álbum. Tan crudas y salvajes como estas son Kimika, Animales, Tiempos diferentes y Viejas mentiras de viernes, entre otras, y suenan más espontáneas otras como Mala música (tremendamente pegadiza y con madera de himno) y La fábrica de gas. Algo de calma llega por momentos en Contra el suelo y La excavadora, un registro interesante para que el disco sea más variado y entre más fácil.
Las guitarras son la base de las composiciones y se llevan gran parte del protagonismo. Transitan entre el rock y el punk, a ratos de forma más descarnada y a ratos más melancólica, pero no huyen de melodías que llegan a coquetear con el pop. Es una propuesta interesante porque no están haciendo nada rompedor pero no suena igual que el tropel de grupos del estilo que hay en la actualidad. Desde luego, la voz y la actitud de Pela son un valor añadido. Es inevitable encontrar algún parecido con la época más reciente de Gatillazo en lo musical, pero insisto en que La Excavadora tiene un sello personal que los distingue.
Ya le he dado un par de vueltas al redondo y alguna más caerá. Es un buen trabajo y sería interesante que pudiera tener continuidad para ver cómo evolucionan. Habrá que ver si sus integrantes encuentran el tiempo necesario para ello entre todos sus quehaceres musicales.