Si antes comento algo este fin de semana sobre la familia Gallagher, antes salta el petardazo. El pasado sábado por la tarde, Liam Gallagher anunció a través de su cuenta personal en Twitter que Beady Eye, su respuesta musical al adiós de Oasis, lo dejaban. No hay comunicado, solo un tuit bastante escueto. Es muy del estilo Liam, como cuando un colega te dice “que me voy a casa, talué“.
Dejan para el recuerdo dos discos en el mercado y un buen puñado de conciertos. Yo tuve la fortuna de verlos en directo en Kobetamendi durante el transcurso de un Bilbao BBK Live. Presentaban el primer disco y la verdad es que fue mucho mejor el sonido que tenían en vivo que en estudio. Además, tengo que recalcar que, lejos de su imagen de chulo, estuvo muy simpático con el público. El segundo álbum fue más potente, con un sonido más trabajado, pero creo, con el paso de las páginas del calendario, se ha cumpidoe eso de que las prisas no son buenas compañeras. En mi humilde opinión, quisieron salir demasiado rápido a la calle para dar un zas en toda la boca a Noel y, con el tiempo, la cosa se ha calmado, se han aburrido y se marchan. Ojo, que, de ser así, me parecería muy honesto. Puede que ahora, con tranquilidad, Liam quiera embarcarse en un proyecto que le llene de verdad y que no sea una simple respuesta a una bronca familiar. Sería una buena noticia para todos. ¡Dale, dale!