Durante casi seis años, he sido uno de los críticos de discos en la revista Rock Estatal. Probablemente es la publicación que más grupos de música rock, metal o punk de la península abarca en la actualidad y aguanta en papel pese a las inercias del mercado de la prensa. También he cubierto crónicas de conciertos, pero mi función principal era la de opinar sobre una decena de discos en cada número. Como todo en esta vida, había algunos mejores que otros. Siempre he intentado ser honesto y, desde el respeto, señalar lo positivo y lo negativo. Aprovecho para pedir disculpas por si alguien cree que alguna vez fui injusto. Ahora me he tomado un merecido descanso indefinido.
He disfrutado escuchando algunos redondos y con otros, en cambio, no veía el final del túnel. Es lo normal. Ahora bien, yo evitaría un par de manías recurrentes si tienes un grupo y vas a enviar tu nueva referencia a una revista especializada para que la critiquen. Personalmente, agradezco cuando una banda se esfuerza en redactar unas líneas de presentación (de dónde son, cuándo se juntaron, alguna influencia, etc.). Lo que me resulta insoportable es cuando incluyen en estos escritos algunos párrafos repletos de adjetivos pedantes para describir su sonido. Todo esto redactado en tercera persona, lo que eleva esta pedantería a la enésima potencia.
Por otro lado, seamos serios: cuiden un poco la imagen. No te digo yo que tu disco (el producto físico) tenga que parecer una obra de arte digna del Prado o el Louvre, pero cumplamos unos mínimos. Sin quererlo, mi crítica empezaba con sensaciones negativas cuando había el sobre del nuevo material y veía un disco virgen con el nombre del grupo y del álbum en cuestión escrito a mano y metido en un plástico. Del mismo modo que el crítico va a hacer el esfuerzo de escucharte con toda su atención y va a buscar por la red información sobre tu proyecto, qué menos que ofrecerle algo un poco más decente. No cuesta tanto.
No soy nadie en el mundo de la crítica musical, pero tengo a mis espaldas años escuchando las referencias que grupos desconocidos enviaban a la Rock Estatal. Me consta que no soy el único que opina igual que yo. Si acabas de grabar un disco y vas a promocionarlo, tómate estas líneas como un consejo de amigo. Ahora bien, no olvides que lo importante (las canciones) está en el interior.