El 11 de septiembre de 2001 cayeron las Torres Gemelas de Nueva York después de que una célula de Al Qaeda estrellara un avión en cada una. Fue una masacre que se completó con otro avión que impactó en el Pentágono. Una cuarta aeronave no alcanzó su objetivo, el Capitolio de Washington, gracias al pasaje, que hizo frente a los terroristas. Terminaron estrellándose en un campo del estado de Pensilvania.
Aquel acontecimiento eclipsó todo lo que pasó el resto del año y condicionó gran parte de la política internacional los siguientes años. Sus consecuencias han llegado hasta hoy. Dos décadas después, Afganistán sigue siendo un quebradero de cabeza, principalmente para Estados Unidos.
La música, que es lo que nos ocupa en este rincón, sufrió en 2001 dos perdidas de gran importancia. Fallecieron George Harrison, de los Beatles, y Joey Ramone, de los Ramones. En sus respectivas bandas, ambos representaban cierta sensibilidad de la que carecían sus compañeros.
Entre los lanzamientos, me gustaría destacar algunos. En Euskal Herria, veía la luz uno de los álbumes más importantes de la década: el Eskuak/Ukabilak de Berri Txarrak.
David Civera quedó sexto en Eurovisión, que se celebró en Copenhague, con Dile que la quiero. Aquel verano, se bailó bastante.
Dentro del Discovery de Daft Punk, los parisinos presentaron One More Time, que ha sido una de las canciones que más éxito ha logrado en la carrera de este dúo.
Del Destrangis de Estopa, ¿quién no ha escuchado Partiendo la pana o Vino tinto?
Clint Eastwood, de Gorillaz, también es de 2001.
System of a Down público el disco Toxicity, que se ha convertido en un clásico. Ya eran un grupo de éxito, pero este trabajo los impulsó un paso más hacia el estrellato.
Para cerrar el repaso, qué mejor que el Played-A-Live del los daneses Safri Duo. Originalmente, empezó a sonar en diciembre del 2000, pero en 2001 era imposible escapar de ella.