Dicen Extremoduro en La vereda de la puerta de atrás: «Quiero oír alguna canción que no hable de sandeces y que diga que no sobra el amor». Sí, San Valentín es todo lo malo que estéis pensando, pero también me da la percha para escribir sobre eso, el amor, y las canciones, claro. Porque, efectivamente, no sobra el amor.
Al hilo de todo esto, he seleccionado algunas canciones. No porque sean las mejores o las más conocidas; es una selección no aleatoria pero sí subjetivísima. Vamos a ello:
En la voz de Elvis suena como los ángeles Love Me Tender:
Cantaba George Harrison Something con todo su corazón sin saber que luego iba a tener un disgusto con Eric Clapton. El amor también tiene estas cosas.
El amor tuvo peso en las composiciones de Berri Txarrak a lo largo de los años, pero creo que a todos nos sorprendió (para bien) el tono de Bueltatzen. Qué bien se está cuando se está bien, ¿eh?
El Incendio es el disco de amor de Sidonie. Dijeron que era la primera vez que decían «te quiero» en una canción. Hay para elegir si queremos ponernos un poco tiernos. Yo me quedo con Al viento, pero está Por ti, En mi garganta…
Una canción redonda de chicos traviesos diciendo cosas bonitas. Siempre es un buen día para los Madness. Debe de ser amor.
No hay pocas bodas en la que los novios hayan bailado esta de Aerosmith.
Pongo One de U2, entre otras cosas, porque la bailó una de mis hermanas en su boda. Podría haber puesto también In The Name of Love o tantas otras de los chicos de Dublín.
El corazoncito de los rockeros melenudos siempre tan a flor de piel.
Y otra de rockeros enamorados.
The Police a pecho descubierto.
Que si los Gallagher te dicen las cosas así se te olvida un poco lo de su carácter complicado (y lo de que sean del City).
Cómo no iba a poner la de Ghost para terminar. Hasta ahí podíamos llegar.