Aprovechando uno de esos momentos de los viajes de trabajo en los que se deja el trabajo fuera de la charla, un compañero me pregunta que qué música me gusta. Le cito dos, tres, cuatro nombres y, casi sin pensarlo, me dice que tengo que escuchar a Fontaines D.C., que llevan tiempo pegando bastante fuerte y que me pueden gustar. Yo reconozco que no los había escuchado y, obediente, me los apunto. A veces tengo la sensación de que, del mismo modo que hace una década estaba a la ultimísima, ahora lo estoy un poco menos. No le tengo miedo a lo nuevo; simplemente es que me cuesta salir de lo que ya conozco porque me gusta mucho.

También tienen algo de culpa los festivales. Antes raro era el verano en que no íbamos a uno o dos y, de pronto, fue como si nos expulsaran. Los precios se pusieron por las nubes, tanto en las entradas como en el consumo dentro de los recintos; de un trato poco personal (algo comprensible en eventos gigantes) pasamos a un trato de rebaño; me cansó que muchos asistentes pasaran de ir a un festival a preocuparse porque sus seguidores en Instagram supieran que habían ido; y, finalmente, festivales a los que íbamos porque programaban a buenos grupos nacionales e internacionales de rock, pop, indie y electrónica empezaron a priorizar otros de estilos que, francamente, están muy alejados de estos. No es ni bueno ni malo; es una percepción propia y me consta que no soy el único que lo siente así.

Bien, pero volvamos a Fontaines D.C. Al regresar del citado viaje de trabajo, empecé a escucharlos y, oye, ni tan mal. Me están gustando bastante. Son irlandeses y combinan con mucho arte ritmos rock y punk, principalmente, y algo de pop. De los tres discos que tienen en el mercado, el que más me ha gustado es el primero, de nombre Dogrel, que tiene canciones bastante macarras. A ratos me recuerdan a Joy Division, a ratos a The Smiths y a ratos a otros muchos que todavía no identifico nítidamente pero que me agradan.

Tengo que darles más vueltas a los tres discos; pero, de momento, me han descubierto a Fontaines D.C. y me gustan. Son mis nuevos conocidos.