Siempre he mantenido que Kasabian tienen uno de los mejores directos que he visto. No son los más virtuosos y tampoco son el mejor grupo de indie-rock que han visto nacer las islas británicas, pero saben jugar con diferentes ritmos dentro de su estilo y tiene el don de saber conectar con el público desde el primer segundo de forma muy intensa.
Esa energía de los conciertos se ve reflejada también en sus trabajos de estudio. Evidentemente, un directo siempre es especial y se vive de forma más apasionada que la escucha solitaria o conjunta que se pueda hacer de un disco. Dicho esto, insisto: desde su primera referencia, han sabido encapsular la tralla de sus conciertos y trasladarla a los discos.
Los primeros rayos de sol del verano de 2024 fueron testigos del alumbramiento de Happenings, nuevo disco de estos chicos de Leicester. Es la segunda referencia que publican tras la traumática salida de Tom Meighan, que dejó la banda después de que se conociera la existencia de una denuncia por violencia machista contra él en 2020. Sergio Pizzorno, que asumió la labor del cantante para esta nueva era de Kasabian, está más consolidado en Happenings que en The Alchemist’s Euphoria, que cumple ahora dos años desde su lanzamiento.
El disco, a nivel de ritmo, es uno de los más eclécticos que han publicado. Darkest Lullaby abre fuego (¿soy al único que le parece que a ratos tiene un aire a Cold Little Heart de Michael Kiwanuka? Conocida, sobre todo, por ser banda sonora de Big Little Lies) y le siguen Call (la típica cancioncita de Kasabian) y la rápida How Far Will You Go. Estos tres cortes son el claro ejemplo de esta ensalada de ritmos que componen el disco.
De aquí en adelante, más mezcla. Coming Back To Me Good es un viaje disco agradable; G.O.A.T es un corte más intimista; Passengers (con un inicio muy Red Hot Chilli Peppers) tiene melodías pop muy pegadizas y trazas de himno; Hell Of It sigue la línea de Call; Italian Horror quiere ser rock pero termina sonando popera; Bird in a Cage es un corte algo frío en comparación con sus acompañantes; y, para finalizar llega la alegría y el buen rollo musical con Algorithms, de estribillo pegadizo (oh oh oh oh) y que puede tener la capacidad de calar en personas con gustos muy diversos.
Tal vez le falta algún tema que sea un sencillo potente por sí solo, pero no es tampoco mala señal que el disco se disfrute y tenga sentido en conjunto y no por capítulos. No tanto como en The Alchemist’s Euphoria, pero, a ratos se vislumbra algo de The S.L.P, proyecto en solitario de Pizzorno con el que en 2019 publicó un álbum, pero esto es comprensible.
En definitiva, si yo fuera tú, le daría una oportunidad a Happenings, el disco con el que se ha asentado la nueva era de Kasabian.