Detroit es la ciudad más grande del estado de Michigan, Estados Unidos. Siempre que hablo con mis amigos sobre la NBA, todos coincidimos en que no ficharíamos por los Pistons por no vivir en esa triste y oscura ciudad. De ser unos ases en eso de colgarse del aro y ver cerca la canasta desde la línea de tres puntos, a todos nos gustaría vivir en ciudades del tipo de Nueva York, Boston, Chicago o Los Ángeles. Pero reconozco que tras ver Searching for Sugar Man, Detroit me parece mucho más dulce.
Este documental del año 2012 está dirigido por Malik Bendjelloul (productor de Man on wire, galardonada con un Oscar) y narra la historia de uno de los mayores misterios de la música. Sixto Díaz Rodríguez, más conocido como Rodríguez, es un cantante y compositor que nació en Detroit en el año 1942. Grabó dos discos, Cold Fact en 1970 y Coming from Reality en 1971. El éxito en Estados Unidos fue nulo y decidió dejar de lado la guitarra y dedicarse a su trabajo. Él no lo sabía, pero en Sudáfrica fue la banda sonora de una revolución. La gracia de este documental es que muchos de sus protagonistas no sabían si había sufrido una trágica muerte, como se rumoreaba, o seguía con vida.
Su música llegó al continente africano por medios desconocidos, pero aterrizó para quedarse en los corazones de los habitantes de Sudáfrica. También tuvo eco en Australia o Nueva Zelanda. Con el paso de los años y de pura casualidad comenzó a ser consciente de su éxito fuera de las fronteras yanquis. Giró por Australia en 1979, pero el documental se centra en sus sonadas actuaciones en Sudáfrica. Allí llegó gracias a las investigaciones de dos hombres, Stephen Segerman y Craig Strydom, que lucharon por saber si vivía o había fallecido. Esto, unido a que su hija Eva encontró una web dedicada a la obra de su padre, desencadena lo más bonito de la historia. En 1991 fueron editados los discos de Rodríguez en CD por pimera vez para todo Sudáfrica y siete años después dio sus primeros conciertos en este país. Llenó pabellones enteros y en 2001 y 2005 volvió para deleite del público sudafricano.
En la última década y media, la música ha dado la recompensa de sus esfuerzos a un tipo tímido y humilde como Rodríguez. Además de pisar en repetidas ocasiones Sudáfrica, ha vuelto a Australia y este mismo verano aparece en carteles de diferentes festivales. Que Searching for Sugar man, documental que cuenta toda la historia, haya ganado el Oscar a mejor documental ha sido el impulso definitivo a su carrera. Atentos a sus fechas, Rodríguez está más vivo que nunca. Paris, Barcelona, Nueva York, Chicago, Londres o Ámsterdam son ciudades que han visto o verán en directo a lo más dulce de Detroit.