Recuerdo que una canción, llamada “Poco pan” y compuesta por los madrileños Def Con Dos, oriundos de Alcorcón, decía lo siguiente: “el gran hermano te vigila, triunfa la memez y la tontería”. Es lo primero que me vino a la cabeza cuando saltó a la palestra la noticia que me hace escribir estas líneas; un servidor, que le pone música a casi todo. Creo que el tema que tenemos entre manos es algo más serio que la mencionada copla, pero necesitamos ponerle humor para que nos salga algo rico-rico y con fundamento, que diría el señor Arguiñano.
Por si no hubiera sido suficiente vergüenza mundial que, gracias a los dos dedos de frente de un señor a los mandos de Wikileaks, nos enteráramos de los trapos sucios y tejemanejes de Estados Unidos y sus amigos de recreo, ahora un ex de la CIA nos cuenta que espían a todo pichichi en internet. Para algunos será un despechado, y lanzarán hipótesis atrevidas como que le habían bajado el sueldo. La clase política estadounidense ya ha asaltado a los medios de comunicación para llamarlo traidor. Es el viejo truco que han utilizado siempre; con el comunismo crearon una fobia y caza de brujas, con el 11 de septiembre se dedicaron a tildar de traidor y antiamericano a todos los que se osaban a poner en duda la versión oficial. En mi pueblo a eso lo llaman “me pico y no respiro”. El típico niño al que le ganabas jugando a algo y, como no sabía aceptar la derrota, decía que las reglas eran otras.
El pobre chico que se ha atrevido a desafiar al Tío Sam se ha escondido y está en paradero desconocido. Lo buscan por haber desvelado que la CIA, con el beneplácito del enrollado, Premio Nobel de la paz y súper simpático Obama, tenía acceso a todas las conexiones de los ciudadanos y se dedicaba a husmear donde se metían o se dejaban de meter. Son geniales estos yanquis, únicos dándole la vuelta al calcetín. Lo grave no es que se pasen el día en la oficina mirando los historiales del personal, el crimen es que uno de los trabajadores ha salido a contarlo en The Guardian.
El chico tiene los días contados. Cuando cacen al supuesto Satanás, lo llevarán a la plaza del pueblo. Alentarán a las masas para que le lancen tomates al grito de “traidor” y “USA, USA”. La CBS lo retransmitirá en riguroso directo, como si de un capítulo de Castle se tratara, y las televisiones españolas pincharán la señal interrumpiendo la emisión de lo que estén dando. Yo, por si las moscas, creo que desactivaré el 3G cuando visite Estados Unidos.