La noche del sábado 5 de mayo el Kafe Antzokia bilbaíno vivió una velada de rock and roll sin florituras, emperifollamientos ni lentejuelas. Rubén Pozo, la mitad de Pereza, presentaba su primer disco en solitario, llamado “Lo que más”. Me gustaría recalcar que, lejos de buscar unos compañeros de viaje con rostro conocido o familiar, Rubén llamó a músicos de su barrio (la Alameda de Osuna, Madrid), con mucho arte y poca suerte en la profesionalización musical. El grupo suena como un tiro y Rubén desprende energía, saber estar y buen rock por todos y cada uno de los poros de su cuerpo.
Kike Suárez y la Desbandada calentaron el ambiente antes de la salida al escenario de los chicos de Rubén. Un directo más que correcto, combinando simpatía, buenas voces y una idea musical muy atractiva. Me gustó especialmente la manera en la que promocionan el merchandising, les invito a que lo vean en directo y lo entenderán. No está bonito sacarle las tripas a la película antes de que acudan a verla al cine.
Sin introducción ni telones que suben, Rubén y la banda salieron al escenario. A ritmo de “Nombre de canción” abrieron fuego, en un Kafe Antzokia con media entrada. Poco o nada importó este detalle al madrileño nacido en Barcelona y lo dejó claro con un “estamos aquí los mejores y a los que no hayan venido que les den por culo” (sí, es lenguaje soez, pero el rock no entiende de deontologías periodísticas). El flaco artista estuvo muy comunicativo con el público durante todo el show, respondiendo a los gritos de “guapo” por parte del respetable femenino e incluso pidiendo silencio al inicio de “Ozono” para hacer de esa canción un momento especial, “luego le cuentas lo que le estás diciendo, pero ahora te pido silencio, porfa-please“.
Sonaron al comienzo del concierto “Las horas muertas“, “Rucu Rucu” o “Chavalita“. Cuando llevas tantos años de una banda como Pereza a tus espaldas, corres el riesgo de que en tu actividad en solitario abuses de los temas de dicha banda para enchufar al público y termine por ser un concierto en el que el protagonismo lo tienen los temas de Pereza y no los tuyos nuevos. Por este motivo me gustó tanto que el peso del concierto cayera sobre “Lo que más”, no tocando ni un tema de Pereza hasta los últimos compases del mismo.
Precisamente, “Lo que más“, tema que da nombre al disco, suena especialmente cañera en directo. Una de las más aclamadas fue “Pegatina“, single del álbum y en la que Rubén dejó por un momento la guitarra para marcarse unos pasos de baile al estilo del videoclip. Pudimos escuchar la inédita “En cualquier parte“, bonus track de su disco y disponible en Itunes, qué suena potentísima en directo. De Pereza interpretaron la personal “Madrid“, la versión rockera de “Pelos de punta“, la contundente “Manager” y “Rum rum“, tema inédito que está disponible en “Baires“. Eché en falta alguna versión de Buenas Noches Rose, primera banda de Rubén, pero el artista comentó en petit comité tras el concierto que tiene miedo a que el público no conozca los temas de dicha banda.
Con “Como cualquiera” dijeron adiós y recibieron el cariño del público presente en el coqueto recinto bilbaíno. La gira sigue adelante, tiene fechas hasta verano y se seguirá alargando. Para los fans de Pereza, diré que el parón va para largo y que el concierto veraniego en Madrid solo será un oasis en el desierto. No llamará la atención por la puesta en escena, pero estamos ante un tipo de concierto sincero y con sentimiento. Ru, campeón, menudo directo más chulo.