La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. De la misma manera, la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte.
Así decía Groucho Marx en una escena de “Una noche en la Ópera” mientras revisaba un contrato laboral que finalmente casi destruiría pero que al final firmó aunque no tenía validez. Rocambolesca, así eran las películas de estos afamados hermanos y así es la situación de nuestro GBC 12/13 en cuanto a la entrada y salida de jugadores.
Retrocedemos tan sólo cinco meses en el tiempo y teníamos a Lofton, un escolta con buén manejo de balón que te aseguraba 12 puntos y casi 2 asistencias por partido pero tuvo la mala suerte de lesionarse y se fue para EE.UU. a operar.
De recambio, aunque se tardó, al final se trajo a un letón con experiencia ACB y buén tiro llamado Kuksiks; el cuál empezó tomando protagonismo pero se ha ido disolviendo como azucarillo en agua caliente.
Luego, debido a la garrafal marcha del equipo le tocó a Korolev pagar los platos rotos. Sí es verdad que fallaba mucho en el tiro y tenía alergia a la pintura pero se personalizó en él los problemas del GBC y le podía haber tocado a cualquier otro.
Después de tan sólo 10 jornadas y de 9 puntos por partido decide irse Taylor porque no termina de adaptarse al horario cuando era el letón quien sonaba para irse ya que terminaba contrato y sus prestaciones estaban tocando fondo.
Casi al final llega el escolta serbio Paunic hasta final de temporada, en principio. Con pasado en Italia, Rusia, Grecia, Serbia y Ucrania donde jugó la Eurocup esta temporada en el Azovmash promediando 5 puntos y 3 rebotes en 19 minutos de juego. Evidentemente llega para ayudar y no para marcar la diferencia.
Para esto último traen a Morris Finley con pasado en Euroliga pero que ha estado lesionado la pasada temporada.
A todas luces una situación rocambolesca.
A veces los grandes capítulos de la vida se decantan para un lado o para el otro por pequeños detalles. Siempre me ha gustado hacerme preguntas para ir a la raiz de los problemas. En este caso me pregunto; si Lofton no se hubiese lesionado, ¿estaríamos pasándolo tan mal? Creo que no. Si Lofton estuviera jugando no nos veríamos inmersos en esta situación deportiva ni en esta ida y venida de jugadores.
Por cierto; otra pregunta que me invade ultimamente, ¿será Woods el siguiente?
Gonzalo de Guzmán.