Como dice mi buen amigo U. Arregui siempre nos ponemos a escribir cuando estamos cabreados. O al menos eso parece después de leer gran parte de nuestros artículos. Hoy voy a hacer una excepción.
Estoy triste porque en el pasado lejano, no muy lejano, quien nos acompañaba era el número 5. Que era la traducción de un juego maravilloso y limpio. De compromiso por parte de todos y fruto de un trabajo bién hecho.
Durante esta campaña han sido muchas líneas y artículos dedicados a decir que no. No estamos de acuerdo con retirar ayudas repentinamente, públicas o no. No se gestionó bien el tema de la renovación de Sito. Ni de dentro hacia fuera ni viceversa. Tuvimos que ver cómo nuestro jugador franquicia se fue sin cobrar nada. Los fichajes venían para poco más tarde marcharse. Y cuando hemos tenido las piezas para el puzzle es demasiado tarde.
Quizá se pudo pedir un adelanto de la siguiente campaña. Puede que se hubiese tratado tras las bambalinas los temas de despacho. ¿Nos hubiese compensado quedarnos con Baron? ¿Cuánto hemos gastado en fichajes para luego nada?
Este año, mientras veía al GBC versión 12.13 me he acordado muchas veces de lo que me decía mi abuelo, albañil de profesión y manitas de especialidad: Hijo, cuando empieces a clavar un clavo y se te tuerza ¡Quítalo!
Gonzalo de Guzman