Creo que el GBC irá a la Copa. Lo creo porque está demostrando que tiene argumentos para ello. Nos falta tan sólo una victoria y tenemos dos oportunidades. Nuestro MVP particular está en la pelea para liderar la valoración y anotación de la ACB. Somos la segunda mejor defensa y somos el equipo que menos balones pierde. Todo esto está muy bien, pero me gustaría poder tener la certeza de que hemos recibido la invitación para ir a la Copa.
El otro día recogí del buzón una carta a la que en un principio no le di demasiada importancia. Al llegar a casa comprobé que la carta no era para mí. Iba dirigida al Sr. GBC, pero esto no era lo más curioso. El remitente era del Rey Artabán,
La historia de Melchor, Gaspar y Baltasar la conocemos. Pero lo que desconocíamos es que hubo un cuarto Rey Mago.
SSMM habían acordado esperarse en el Zigurat de Borsippa, localizado en la antigua Mesopotamia, en lo que actualmente es Irak y la ciudad se llama Birs Nimrud. La gigantesca torre de 7 pisos y altos muros se divisaba desde cientos de kilómetros de distancia, motivo por el cual los Cuatro Reyes Magos habían decidido esperarse en dicho lugar.
Artabán llevaba un diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre y un rubí de las Sirtes. Antes de llegar a Borsippa se cruzó en su camino un anciano moribundo que le pidió ayuda. Él se detuvo, le curó y antes de irse le dio el diamante protector para que pudiera salir del penoso estado en el que había vivido. Retomó su camino hacia el encuentro con Melchor, Gaspar y Baltasar para adorar al niño Jesús pero cuando el bueno de Artabán llegó al lugar acordado, los otros Reyes Magos ya habían partido de Borsippa. Aún así decidió continuar su camino.
Cuando llegó a su destino no quedaba rastro de José, ni de María, ni de Jesús, ni por supuesto de los Tres Reyes Magos. Tan sólo se encontró con los soldados de Herodes que cumplían su orden de matar a todos los niños menores de dos años. Ante esta locura, Artabán ofrece su rubí para salvar a un niño. Pero le ocurren dos cosas, una es que se queda sin la piedra preciosa y dos que “ante tal osadía” le encarcelan y le condenan a 30 años.
Cumplió su condena y Artabán es liberado. Camina por las calles de Jerusalem y oye anunciar la crucifixión de Jesucristo, sin dudar se encamina al Gólgota donde iba a tener lugar dicha ejecución. En medio del camino se encontró con una joven mujer que iba a ser subastada para saldar las deudas de su padre. Artabán se compadece de ella y ofrece el pedazo de jaspe que todavía conservaba y que era la última ofrenda para el niño Jesús.
Aunque se había quedado sin ofrendas y 30 años más tarde, Artabán por fin conoce a Jesús. Éste ya estaba crucificado y a punto de morir pero al menos después de tanto esfuerzo, peregrinaje y sacrificio pudo cumplir su deseo más profundo, conocer al Hijo de Dios.
Os he presentado esta historia que he conocido estas Navidades porque veo similitudes entre lo ocurrido al Rey Artabán y al GBC. Nosotros después de peregrinar el año pasado por la ACB, descendimos deportivamente, la Diputación no nos espero, un cúmulo de mala suerte con las lesiones, mezclado con deberes pendientes como incorporar a jugadores válidos pero ya tarde y un final desastroso; aún y todo hemos sido capaces de levantarnos, hacer una buena planificación y al fin estamos recogiendo nuestro premio de ver a un equipo competitivo y a las puertas de la gran fiesta de la Copa, a la cual en un principio no estábamos invitados.
Por cierto, la carta de Artabán espero que sea la invitación oficial para Málaga, aunque tengo miedo de que al final sea que la misma ha sido declinada. Os debo confesar que no se qué hacer con ella. No se si abrirla y así terminar con estos nervios que me carcomen por dentro. Otra opción es esperar al Domingo para ver qué ocurre o al final devolverla al GBC que es el destinatario de la carta y ellos verán qué hacen con ella.
De verdad os pido consejo.
¿Qué haríais vosotros con la carta del Rey Artabán?.
Baloncesto y algo más.
Gonzalo de Guzmán.