En primer lugar quiero decir que este artículo está dedicado a Marisa Prego, amiga incondicional desde hace más de 25 años y autora de los cuadros que aparecerán en el texto y que nos servirán como inspiración para analizar la temporada. Gracias de todo corazón.
Para seguir diremos que el inicio de la ACB estuvo condicionada por el marcado carácter económico de ese verano de 2.013 por la falta de ayuda de parte de las Instituciones Políticas correspondientes. A pesar de todo esto, le pretemporada fue muy positiva en cuanto a resultados y en especial con las buenas sensaciones que nos aportó nuestro GBC. Así, un poco descolocados comenzamos el curso 13.14 porque la lógica de los números nos decía que éramos uno de los presupuestos más bajos de la liga y por tanto eso nos abocaría al sufrimiento de evitar el descenso. Pero el sentimiento azul nos susurraba al oído que podía evitarse esa situación; era posible otra historia. Jugar como equipo, sentir como equipo, incluso perder y ganar como equipo tendría sus resultados.
Comenzamos con una victoria en casa frente al Cajasol de Aíto y marcando un hito particular en el GBC que era el estrenarse con victoria en el primer partido. Eso nos abrió el camino a colores vivos y paisajísticos donde el verde esperanza y el rojo pasión eran los protagonistas. La primera parte de la liga estuvimos en todo momento rondando e incluso dentro del Play-Off; por ejemplo en la jornada 9 teníamos 4 victorias y ahí enganchamos otras cuatro más que nos colocaron en la jornada 14 en las puertas de la Copa pero ahí llegó la peor racha del GBC en toda la temporada. Seis derrotas consecutivas nos devolvieron a los fantasmas del pasado y a reconocer que al igual que ha ocurrido en esta sociedad, habíamos vivido un sueño que no era el nuestro. Reconocimos nuestro fallo y pensamos que teníamos que hacer los deberes de la salvación primero para luego pensar en otras cosas. En ese momento el protagonista era el gris de las nubes que amenazaba temporal y lluvias fuertes.
Pero enseguida escampó. La victoria en casa frente al Tenerife nos traía la victoria 12 que nos daba la permanencia, todavía no matemática pero sí en lo tangible, y el derecho de jugar otro año más en la mejor liga de Europa a pesar del bajo presupuesto y poco caso institucional. Pero aquí estamos nosotros, un equipo unido, donde todos aportan lo que son por el bien común. La última fase de la temporada nos hemos instalado en la tranquilidad y eso nos ha traído buenos resultados y más victorias hasta alcanzar la 16 y hacer de todo esto la segunda mejor temporada de toda nuestra corta historia en la ACB. Es decir, que ahora estamos contemplando un atardecer con placidez y esperanza en que otro nuevo amanecer nos traiga lo mejor a nuestra casa del GBC.
Si vamos a lo particular opino que el equipo se ha sustentado en los pilares del juego desarrollado por los bases, tanto Neto como Salgado, y por Robinson y Doblas. Los bases han dirigido muy bien al equipo llevándolo hacia donde ellos creían oportuno y dejando su presencia dentro del campo. Robinson ha sido el Top del equipo, con sus puntos y rebotes en especial en nuestra canasta. Ha sido todo un ejemplo de pundonor y espejo donde reflejarse en todo momento. Y Doblas ha completado su mejor temporada en la ACB que lo ha encaramado a ser uno de los tres pivots nacionales mejores de la Liga. Ha controlado el tema de las faltas, eso unido a lo que aporta en cuanto a puntos y rebotes, y en especial ese uno contra uno que quita “el sentío” hace de él una pieza imprescindible en este GBC 13.14.
Luego tenemos al grupo de los que parece que no están pero cuando es verdad que no están se les echa, y mucho, de menos. Ramsdell, Cortaberria y Hanley están fabricados de esa pasta. El día que juegan y aportan parece que no estaban o que han estado tapados por otros; pero analizas el partido y han aportado en lo que se ve en las estadísticas y también en lo que no se ve. A Charles le deseamos lo mejor y le reconocemos su trabajo bien realizado. Sus 10 puntos por partidos y haber sido el 2º mejor reboteador del equipo así lo avalan. Hanley ha pasado de jugar en LEB Plata a hacerlo en la ACB y eso precisa su tiempo. Creo que ha aportado siempre en positivo, en especial en el rebote- uno cada cuatro minutos- y el día que sepa controlar las faltas dará un salto importante en su juego. Para el final he dejado al bueno de Jon, un jugador de equipo por definición. No le importa sacrificarse por el bien del grupo, siempre está ahí cuando lo necesitas con su defensa y con sus triples, además de ser el típico jugador que a todo entrenador le gustaría tener. Y no olvidemos que es un hombre de la casa; muy importante para los tiempos que corren y para los venideros.
Huskic y Assalit han sido poco habituales en la rotación de Sito ya que son nuevos e inexpertos y necesitan un tiempo amplio de aprendizaje que estoy seguro que han aprovechado al máximo tanto en los entrenamientos como en los pocos minutos que han jugado. El futuro hablará de ellos.
Para finalizar he dejado a los chavales de casa Olaizola y Motos. Ambos han completado su primera temporada en la que se ha contado con ellos ya que han jugado en casi todos los partidos que su salud se lo ha permitido. Han doblado los minutos jugados y ambos han entrado con normalidad en la rotación del GBC. Creo que este año estaban llamados a dar un paso adelante y ese objetivo general lo han superado con notable alto. El próximo año es posible que tengan que dar otro paso adelante porque serán y deberán ser más importantes en el equipo. En este caso también el futuro dictará sentencia.
Esta ha sido nuestra visión sobre la plantilla en este curso baloncestísco 13.14 que diría nuestro buen amigo Andrés Montes. Estamos abiertos a otras opiniones diferentes a estas.
Nos despedimos. Saludos cordiales.
Cuadros de Marisa Prego.
Baloncesto y algo más.
Gonzalo de Guzmán.