De la comedia romántica al drama griego sin pasar por el relato costumbrista. Así podríamos titular la temporada del GBC 13.14 .
Cuando se terminó de construir el equipo teníamos muchas dudas, cosa lógica, primero por la novedad y porque veníamos de un curso complicado. Pero enseguida las dudas se diluyeron. Un balance a favor de 6-1, todas las victorias ante equipos ACB, cuatro de ellas fuera y por encima de todo estaba la sensación de que teníamos un equipo. Y eso era lo máximo , ya que el año pasado tardamos meses en verlo y además fue a pinceladas.
Sinceramente creo que ya en ese momento vivíamos instalados en la comedia romántica. Como Hugh Grant en una de sus películas, todo nos salía bien. Sabíamos que era pretemporada y que de poco valían esas victorias pero nosotros no queríamos salir de esa película de la cual nos sentíamos protagonistas.
Y en esas condiciones llegamos al primer acto de la liga. Resulta que ganamos y ese sueño se hacía realidad. Todas nuestras sospechas se confirmaban. Ganamos a un equipo de “nuestra liga”, en casa y así todos pudimos disfrutar de la victoria y con buenas sensaciones otra vez.
Pero luego han venido tres derrotas consecutivas. Bien es verdad que de manera diferente. Impotentes, incapaces, increíble. Esos son los calificativos que pondría respectivamente a cada una de ellas. Entonces la pesadumbre y la inestabilidad se apodera de nosotros. Así llegamos al drama griego.
Hay que pasar página. Este Sábado nos visita el Bilbao Basket. Los vecinos de al lado llegan necesitados de victorias, son los colistas de la competición y están viviendo estos momentos con presión y con la angustia correspondiente.
Pero no nos fijemos en ellos. Debemos ganar este partido con argumentos y con el corazón. Tenemos un equipo que se ha fabricado a golpe de buenas sensaciones, creen y creemos en nosotros mismos, debemos aunar esfuerzos para que la victoria no salga de nuestro fortín llamado Donosti Arena. Así que lo que nos queda es vestirnos de guerreros espartanos y luchar por ser nosotros mismos para que los Dioses nos otorguen la victoria y de esa manera huir del fuego eterno para vivir en el Olimpo sin angustia.
Este partido es la oportunidad perfecta para vivir en la parte noble de la tabla, acomodarnos para hacer un viaje tranquilo en una ACB compleja y así escuchar un cuento tranquilo, sin complicaciones; con risas y si es caso con algún llanto. Aprovechemos la oportunidad.
Baloncesto y algo más.
Gonzalo de Guzmán.