En algunas fotos de mi último post se me iban los ojos a la parte visible de la vieja pista de Anoeta, aquella que desapareció para construir el actual estadio, ése al que ahora quieren amputar la pista.

Por motivos de trabajo la casualidad me ha llevado a conocer hace poco a un tal Javier López, un tipo catorce años mayor que yo. Hablando de todo un poco, él sabía que yo había practicado Atletismo y me preguntó. Con el tema sobre la mesa, me dijo que él también, que había hecho salto con pértiga… y que es sobrino de Ignacio Altuna. Coño, palabras mayores. Me cuenta que lo dejó muy joven, a los diecinueve años, porque se fue a estudiar a París, y que su minuto de gloria le llegó cuando tuvo (fugazmente) el récord de Guipúzcoa absoluto con 4.35m.

Lo comprobé en casa. Coincidimos y se lo dije. Volvimos a hablar de Atletismo, de aquel Atletismo anterior al mío, de aquellas pértigas que evolucionaron en sus manos adolescentes. Qué gozada. Tomamos confianza y quedó en enseñarme algunas fotos. No me las pudo dar en persona y me las hizo llegar el pasado viernes. Le llamé por teléfono para darle las gracias y para pedirle permiso de publicación “en un blog de Atletismo que tengo”. Permiso concedido.

No esperaba tantas fotos (omito unas cuantas) ni tan buenas. Esas imágenes hoy imposibles, aquella pista de ceniza, esos fosos y saltaderos, esas colchonetas, esas vistas de las torres de entrada con la hiedra, el ángulo de visión de la cuesta de Zorroaga y su palacio…

Aparte de las personalizadas, también hay fotografías de equipo, chavales de la Real Sociedad de Atletismo. No sé si son fotos conocidas para los protagonistas y yo no voy a poner ni nombres ni años (van de 1968 a 1974), a ver si el post se mueve y alguien se anima a identificar a quienes aparecen. Sólo diré, al hilo del post anterior, que en una de ellas vemos a Ramón Cid en categoría juvenil.

Espero que disfrutéis de estos tesorillos del viejo Anoeta gentileza de Javier López Altuna.