Este fin de semana de junio, el mundillo del Atletismo ha asistido al menos a dos registros de relumbrón, de los de marcar época. Dos marcas de esas que hace dos y tres décadas habrían sido cabecera de Telediario en España, sin implicar a atletas españoles, o, cuando menos, noticia destacada en la sección dedicada a los deportes. Hoy en día solo son carne del Twitter más especializado o rincones en la generosamente denominada prensa deportiva.
Me estoy refiriendo a los 47”02 en la prueba de los 400 metros vallas realizados por el atleta de Antigua y Barbuda Rai Benjamin, y a los 8,83 metros (ventosos +2.1) en el salto de longitud logrados por el cubano Juan Miguel Echevarría. Registros asombrosos hechos por dos jóvenes de 20 y 19 años respectivamente.
Son marcas que nos llevan a otro tiempo. Los 47”02 de Benjamin igualan el segundo mejor registro de todos los tiempos y alcanzan nada menos que a EDWIN MOSES, uno de los nombres más sagrados del Atletismo universal, que hizo 47”02 allá por 1983. El récord del mundo, los 46”78 de Kevin Young en la final de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, se ponen a tiro por primera vez en un cuarto de siglo.
Quienes seguís este blog sabéis que el salto de longitud es mi debilidad, así que cómo describir en pocas palabras la sacudida que sentí cuando ayer vi en directo el salto de 8,83 metros de Juan Miguel Echevarría. Ventoso, sí, +2.1, sí, pero qué salto, qué vuelo, qué momento para la emoción.
En el mes de marzo Echevarría ganó el Mundial Indoor de Birmingham con una marca de 8.46, pero nos regaló algún nulo de esos que aunque no sirven para nada porque no aparecerán en ningún listado, sí se quedan en la retina y sirven para saber que hay materia prima. Desde aquel día, cada vez que le he visto saltar, espero GRANDES cosas de él. El 31 de mayo ya saltó 8,53 metros (+0.5). Pero desde el vuelo de ayer ya no espero grandes cosas; desde ayer sueño a lo grande.
No se pierdan los vídeos:
Esa brizna de aire que ha invalidado la marca (con +2.0 sería legal) ha impedido a Echevarría colocarse 5º de todos los tiempos detrás de Mike Powell (8,95), Bob Beamon (8,90A), Carl Lewis (8,87) y Robert Emmiyan(8,86A). Como ya he dicho, con Echevarría estoy soñando a lo grande y asumo que es cuestión de tiempo, de poco tiempo, verle ratificar esta marca con viento legal.
Esta tabla nos muestra todos los saltos válidos, legales e ilegales por viento, por encima de 8.80 metros. ¡¡¡Echevarría se ha metido en una lista que no se movía desde 1995!!!
Y soñar a lo grande en el salto de longitud me pone a mí como aficionado, pero sobre todo le pone a él como saltador, ante seis retos:
En mi opinión, los únicos referentes válidos para comparar lo que hizo ayer Echevarría los encontramos en Iván Pedroso y Carl Lewis.
En 1981 Carl Lewis saltó 8,63 (+2.1) con 19 años. Carl Lewis era mucho Carl Lewis y 41 días más tarde se quitó la espina con un salto legal de 8,62 (+0.8) que habría sido récord del mundo si los “Ocho Noventa” de Bob Beamon no hubieran reventado la prueba en 1968. Este 8,62 de Carl Lewis sigue siendo la mejor marca de todos los tiempos de un atleta menor de 20 años. Parece mentira que, por fin, esté realmente amenazada treinta y siete años después.
No voy a extenderme con todo lo que logró Carl Lewis en el salto de longitud porque ya lo hice aquí o aquí.
En 1992 Iván Pedroso saltó 8,79 (+3.0) en La Habana, también a los 19 años. A Pedroso le costó más que a Lewis refrendar los registros gigantescos y se quedó con un 8,71 (+1.9), hecho en 1995, como mejor marca personal. Para saber más sobre los grandes saltos de Pedroso pincha aquí.
Lo que vimos ayer creo que supera en cierta manera lo que hicieron Lewis y Pedroso a los 19 años. Bueno, ¡¡¡es que son 20 centímetros más que lo que saltó Carl Lewis con +2.1!!! Creo que Echevarría está llamando a la puerta de los más grandes. Además, por primera vez en años el salto de longitud tiene a varios atletas para motivarse en las grandes distancias y las marcas van a llegar. Echevarría, Manyonga y alguno más nos van a regalar grandes duelos y grandes registros, estoy seguro.
Como decía, creo que Lewis y Pedroso siguen siendo los referentes universales de la prueba, tanto por esos registros a los 19 años como por todo lo que consiguieron después. Y eso que tanto uno como el otro dieron más importancia a ganar títulos que a buscar las grandes marcas. O como consta en el artículo sobre Pedroso, siempre que lo intentó fueron saltos nulos. No así Mike Powell –el tercero en discordia– que varias veces subió a la altitud de Sestriere buscando el vuelo infinito y llegó a 8.99A (+4.4), el salto válido medido reglamentariamente más largo de la historia.
Ahora nos toca esperar para ver qué decisiones toman Echevarría y su entorno. ¿Medallas, récords? ¿Altitud, nivel del mar? ¿Estamos ante el Bolt de la longitud y le veremos hacer récords mientras gana medallas? ¿Me despertaré del sueño y nada de nada?…
Si no hay cambio de planes, Juan Miguel Echevarría saltará el próximo 5 de julio en Guadalajara. Es jueves, yo no podré estar allí en vivo pero lo veré por Teledeporte en directo. Tonto el que se lo pierda.