Quien se piense que voy a hablar mal o criticar indecentemente a la famosa bióloga, sea informado de que nada de eso va a encontrar si sigue leyendo estas líneas. Antes bien, al contrario. Soy ‘fan’ incondicional –o casi- de esta señora que merece todos mis respetos.
A ver; es que hay que ponerse en su lugar. Ser guapa, inteligente –que no lista, ella misma lo reconoce- y estar en el momento oportuno en el lugar adecuado, no se nos ha puesto a todas a tiro de piedra. Y ella lo ha hecho muy bien poniéndose el mundo por montera, amando cuando tenía que amar y sacando las uñas cuando las tenía que sacar. ¿Que se han burlado de ella? Y qué. De mí también se burlan a veces y no le saco tanto provecho.
¿Que tuvo la mala suerte de irse a enamorar del hombre inadecuado? Pues vaya…y qué. Como si eso no nos hubiera pasado a tantas y tantas (y menos mal que Borbones hay pocos). ¿Que hizo malas películas y malos programas de televisión? Y qué. A ver quien no ha metido la pata profesionalmente en alguna ocasión.
Cambiando de tercio –pero sólo un poco-; me gusta esta hora de la tarde en que puedo servirme un gintonic en la terraza entre el baile de los árboles y repasar la prensa del día con tranquilidad. Para inspirarme y ver cómo, pase lo que pase, el mundo puede seguir girando sin mí. Al igual que los suplementos semanales los empiezo por el final (como casi todo quisque), la prensa digital la inauguro por la sección “Gente” o “Sociedad”. Luego voy a “Cultura” donde me demoro un buen rato, para llegar renqueante a “Más Actualidad” y medio asfixiarme en “Economía”.
Y ahí estaba ella, en DV, en Deia, en ABC y El Pais; la guapísima Anita Obregón en su posado de triquini (yo lo llamaría traje de baño escotadito) en Ibiza. Sí señora, ahí queda eso. Y los envidiosos que rabien. Ya quisiéramos muchas. Así que le doy un buen trago a mi combinado (suavecito con Beefeater y poco hielo y menos limón) y brindo por ella. Se lo merece, caray.
En fin.
LaAlquimista
Foto: Diario Vasco