“Acabo de leer la noticia en varios periódicos: en Polonia se ofrece sexo a cambio de vacaciones. O un puesto de trabajo con “favores especiales incluidos”. Pues no sé qué le ven de noticia a esto, vamos que alguien se ha caído de la higuera con cientos de años de retraso, como si hubieran descubierto la pólvora. Yo ya le decía a la niña, bueno se lo decía todo el mundo, con el cuerpo que tú tienes y la gracia que Dios te ha dado vas a quedarte aquí en el pueblo, para que te desgracie cualquier mindundi y no llegues a nada, que menudo esfuerzo que hicimos su padre y yo para que pudiera ir a la capital a estudiar, lo que fuera, qué más daba, el caso es que pillara un buen marido que la quitara de trabajar catorce horas al día como llevamos haciendo desde generaciones su abuela, su bisabuela y yo misma que soy su madre, que no quiero más que lo mejor para mi niña y no fue fácil, no, que menuda competencia que había, la facultad –no me acuerdo cuál era- medio llena de señoritas buscando novio de buena familia que es la mejor colocación que puedas tener, un marido que te saque de trabajar y te tenga con chica y todo en casa para que puedas vivir tranquilamente y si le das la parejita pues mejor que mejor y ya está la vida solucionada p’a los restos.

Ahora resulta que todos se echan las manos a la cabeza porque estas “intrusas” se anuncian por Internet y no son más que pilinguis que lo hacen por unas vacaciones o por un contrato de trabajo, menuda vergüenza, a eso le llamo yo derramar la leche por el suelo y total para qué, pan para hoy y hambre para mañana, que por lo menos la niña y sus amigas que hicieron lo mismo estaban contribuyendo a formar los pilares de la sociedad (o como le llaman en el púlpito los domingos a la familia) y menos mal que anduvo lista y pilló a uno de los últimos, que muy guapo no era, que muy listo tampoco, pero con pasta –sus padres- para parar un tren y que ellos –los padres- no querían, pero la niña fue rápida, ya la dije yo, -tú, que cumpla como un hombre- y en menos de un año al altar por la vía del penalty.

Para que nos vengan ahora con estas modas a las madres de antes, pero parece que es más eficaz hacerlo así, que no pillan marido para toda la vida pero es dinero rápido, aunque a mí no me convence, mucho vicio es lo que hay, que estas lo hacen porque la cabra tira al monte, ya te digo, además polacas con lo católicas que parecían, estas son “intrusas” de tres al cuarto, cuatro pelagatos y poco más.”-

En fin.

LaAlquimista