Unos llevan medallas de oro al cuello y otros anillos en el dedo anular. O una garra de jaguar, tanto da. El caso es que un poco fetichistas somos todos. En casa, cuando viajamos, “Conejito” se llena de besos y acompaña a la viajera de turno. Esta vez me ha tocado a mí disfrutar de su compañía.
Un “piquenique” al solecito de primavera. Con siesta incluida…
Uy… qué alto…!
Que no son gárgolas, que son “quimeras”… !qué miedo y yo tengo vértigo…Alqui, a la mochila, s’il te plaît!
Prometí poner velitas para todos… pero ya sabéis: “A Dios rogando y con el mazo dando”, jeje.
Además, “Amelie” es una de mis películas favoritas…
Un guiño desde Paris.
Un abrazo desde el corazón.
Alqui.
(Y “Conejito“)
Fotos: C.Casado