"A mí no me amargas la vida aunque me subas el IVA" (Carta a Mariano) | A partir de los 50 >

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

“A mí no me amargas la vida aunque me subas el IVA” (Carta a Mariano)

Buenos días Mariano:

 Te hablo así de tú a tú porque no está la cosa para andarnos con hipocresías de respeto y tal; no puedo aplicarte el tratamiento deferente del “usted” porque, sinceramente, creo que no te lo mereces.

Ya, ya me doy cuenta de que empiezo con mal pie mi carta y que, casi seguro que, si la has empezado a leer, habrás torcido el gesto y la habrás desdeñado. No me extrañaría nada; de hecho, nos has desdeñado a todos los españoles desde que conseguiste tu sueño más preciado: salir todos los días del año en la portada de los medios y abriendo el Telediario. (Lástima que sea por méritos más que dudosos…)

 No te conozco personalmente, más que nada porque no me muevo en tu círculo de acción, así que te adelanto que lo que te voy a decir no es nada personal contra tu persona –que seguro que eres un tipo estupendo en tu casa a la hora de comer (cuando comas con tu familia, claro)-, pero sí que tengo que hacerte un par de puntualizaciones sobre tus actos públicos, tu posición pública y sobre todo sobre el cargo público que ostentas gracias al apoyo de parte del pueblo español. (Que yo no he contribuido a ello, lo deducirías rápidamente caso de seguir leyendo mis palabras, que ahora que me acuerdo alardeaste en cierta ocasión de no leer nada más que prensa deportiva, qué chiste para todo un Presidente de una Nación).

 Pero a lo que iba, que me despisto.

 El caso es que mañana subes el I.V.A., ese impuesto que es como una espada de Damocles que va acercándose inexorablemente a la cabeza de todos los ciudadanos. No te voy a decir que me da igual porque no, pero tengo que decirte que, por mucho que te lo propongas, por mucho que intentes “salvar al país” a base de ir achicando agua con las manos desnudas de sus ciudadanos, a mí no me vas a amargar la vida.

 Que conste que te lo digo para que no te sientas culpable Mariano, que supongo que todavía dará algún coletazo en tu interior ese pepitogrillo que todos tenemos y que más de una pesadilla te regalará en tus noches, cuando consigas dormir. Te hablo desde mi individualidad de persona humana y de ciudadana/contribuyente a mantener esta “jaula de grillos” en que has convertido al país en los últimos meses. Grillos, porque no callan, pero que sólo cantan de noche, para que no les vean los vigilantes del orden y los arresten por incordiantes.

A mí no me amargas tú la vida Mariano; ni tú, ni veinte como tú, que pertenezco a una generación que nació con la vida ya amargada y tuvo que luchar durante muchos años para que le devolvieran la dignidad, los derechos y las libertades y que, en ese camino tan lleno de piedras, elecciones, cambios políticos, corrupciones, escándalos, malversaciones y, sobre todo, mentiras, no ha perdido la capacidad de soñar con un mundo mejor donde los seres humanos crezcan en valores aunque les vayan disminuyendo la capacidad adquisitiva.

 Tiene gracia la cosa, porque tú y yo pertenecemos, según nuestros correspondientes DNI’s a la misma quinta; vamos que somos hijos del mismo tiempo, aunque no se note en nada visto lo visto.

 Mariano, aunque me subas el IVA a mí no vas a amargarme la vida porque lo que me hace vivir no es el pequeño sueldo de prejubilada que me ingresan cada mes recordándome que no sirvo para trabajar a mis años (sonrío al pensar que tenemos casi la misma edad tú y yo); a mí no me amarga la vida el que me quita dos (o cuatro) pesetas para vivir, mientras no me toque la dignidad. Y ésa, la dignidad, ni tú ni todos tus contubernios con los teutones mandamases, me la podéis tocar ni un ápice.

 A mí –y a muchos más que puede que piensen y sientan como yo-, tus promesas incumplidas (también llamadas mentiras) me hacen reflexionar que “el peor ejemplo es el mejor ejemplo” para aprender, para crecer como ser humano, para evolucionar, en definitiva.

 Yo no tengo afán de poder ni más ambición que la de levantarme cada día con el corazón abierto, la mente despierta, el deseo de no amargar la vida a nadie y la firme voluntad de no permitir que nadie me la amargue a mi. Porque la vida es el único tiempo que tengo para re-encontrarme con mi propia esencia de ser humano evolucionado y trabajar desde mi conciencia para ser moderadamente feliz.

 Que lo sepas.

 En fin.

 Un saludo.

 LaAlquimista

 Por si alguien desea contactar:

Laalquimista99@hotmail.com

 

 

 

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


agosto 2012
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031