
Aquí mismo, en este pequeño mundo de los blogs, hay disfraces que ocultan lo que no es de recibo enseñar al personal. Una careta se compra en la calle o se fabrica en casa, pero a quien la usa deberían avisarle de que, con el tiempo todas se caen, se resquebrajan, incluso las que querían ser de cemento armado. Y cuando una de estas personas “se disfraza” nos muestra su verdadera cara. Tan sólo hay que observar detenidamente…ahora que son Carnavales.