>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Reflexiones desde la cama

Como hacía años que no caía en las garras de una infección es en estos momentos mi descalabro en la salud lo que me brinda tema para el post de hoy. Un frío mal gestionado, un descuido en la protección, un gintonic bebido con demasiada avidez, esa avidez que me está asaltando conforme la vida marca la cuenta atrás, han provocado que me quede sin voz y con una pesadez en la cabeza como si albergara todas las ideas que no quiero albergar. Nada que no se cure con ibuprofeno, vahos y algún que otro remedio casero. Y descanso, claro está, que el cuerpo se me vuelve gelatina hasta la hora del Angelus para tener un rato de gloria y luego retornar a la cuesta abajo del crepúsculo y el desasosiego de la noche.

No sé si tengo derecho a quejarme puesto que la enfermedad es en mí la excepción y no la regla, así que mejor no me quejaré (demasiado). Pero estas horas, estos días “inactivos” en lo evidente me han dado la oportunidad –no siempre deseada- de reflexionar a destajo. Las páginas del último libro caído en mis manos no han podido ejercer de bálsamo –igual es porque eran unos ensayos sobre arte de Muñoz Molina que exigían plena entrega neuronal- y el teclado del ordenador tampoco se me hacía especialmente apetecible. Digamos que he gastado horas mirando al cielo y al monte desde mi cama, agradeciendo la excelente orientación del ventanal.

La posición horizontal siempre me ha incitado al sueño o al amor y, en estas circunstancias poco dadas a la lujuria, he dormitado placenteramente a horas indecentes. Pero no todo ha sido dejarme llevar por las olas de la fiebre y el cansancio; algunos ratos el cerebro me ha dado unos cuantos latigazos que no puedo ni quiero obviar.

En cuanto empecé a sentirme mal lancé al vuelo las campanas. Vivo sola y dependo sólo de mí misma mientras pueda gestionar mis necesidades, pero tengo un perrillo –mi Elur cariñoso- que tiene sus necesidades independientes de las mías. Así que no he podido evitar darme cuenta de quién está ahí para echar una mano y quién ha mirado para otro lado sin darme la ayuda que estaba pidiendo.

¿Cuándo uno está enfermo basta con llamar y decir “estoy enfermo” o hay que especificar “puedes ayudarme”? ¿Se considera una petición subliminal si no la especificamos detalladamente? ¿Es de recibo que el otro no se dé por enterado? 

Es lo que tiene no compartir la vivienda con ninguna otra persona. Que si te da un ataque al corazón no hay posibilidad de poder llamar al 112, explicarlo, dar las señas, esperar a la ambulancia… Te quedas frita y punto. Y tampoco sirve de mucho que un juego de llaves de tu casa estén en poder de tu mejor amiga porque como dejas puestas las tuyas en la cerradura, nadie puede entrar con otras llaves y si estás tiesa en el suelo con un ataque de lumbalgia…ahí te quedarás hasta que se te pase y puedas levantarte y/o arrastrarte hasta la puerta para abrirla.

Es lo que tiene vivir sola, que cuando ocurre una emergencia hay que estar explicándola por teléfono y esperar desesperadamente a que llegue la ayuda reclamada. Jamás se me había ocurrido pensar en ello…hasta hace un par de días. En cuanto empecé con los síntomas, hice una compra de emergencia y me pertreché para una semana. Fui a la biblioteca y pillé media docena de libros y cuarto y mitad de películas. Cambié las sábanas, llené los jarrones de mimosas y me puse a esperar que eclosionara lo que estaba incubándose en mi cuerpo.

También esto pasará, incluso la decepción de constatar que no soy importante para alguna persona cercana a mí. Son las ventajas de estar enferma, que nos ponen a cada uno en nuestro sitio.

En fin.

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

Laalquimista99@hotmail.com

 

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


febrero 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728