El momento más feliz de mi vida
La preciosa película “Poesía” (Shi) de Lee Chang-dong me ha deparado los 139 minutos más deliciosos de los últimos tiempos, cinematográficamente hablando. Nada quiero desvelar de la historia porque a lo hermoso es mejor que cada uno le ponga sus propias palabras. Diré no obstante que, de todas las escenas sutilmente impactantes, hay una en especial que utilizo para dar sentido a este post. En una clase de “Creación poética”, cada alumno es invitado a expresar públicamente el momento más feliz de su vida.
Y lo cuentan haciendo poesía con la emoción de los ojos, con el temblor de las palabras, con las mariposas de sus manos.
Lo que podía ser una pregunta retórica, ha ido más allá de sí misma traspasando la pantalla hacia el plano real; una pregunta a la que cada espectador y cada actor podría dar respuesta en un íntimo silencio o con festejada alegría.
Un momento feliz o muchos momentos felices. Emociones mínimas que sólo tengan valor para quien las experimenta. Quizás sean el fruto de flores amargas que se conserva entre sombras imposibles de sacar a la luz de la poesía…
Porque se crea poesía cada vez que alguien revive el momento más feliz de su vida; es poesía aunque no esté vestido de poeta quien habla, es poesía siempre que una emoción se asoma tímidamente desde el alma para echarse a volar con sus pequeñas alas. Poesía de poetas desconocidos, ocultos entre la muchedumbre, anónimos corazones que, durante unos instantes apenas, se atreven a vibrar con la fuerza de una emoción llena de vida, nostalgia, amor.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu vida? –me atrevería a preguntar… No para llenar páginas de confidencias ni escudriñar intimidades ajenas, sino simplemente para cerrar los ojos unos instantes y (re)vivir con la sonrisa brotando en una inevitabilidad muy hermosa.
En la película bastaba con hacer aflorar tan sólo UN recuerdo, un momento feliz, pero que fuera el que más fuertemente golpeó su sensibilidad o su historia. Uno de entre tantos instantes de los que está tejido el manto casi transparente de la felicidad. Y aunque pueda parecer que sería una difícil elección brotan las palabras raudas porque quien ha sufrido, quien ha amado y vivido lo tendrá siempre muy presente, aquel instante, aquel momento único que marcó un antes y un después en su vida hacia el camino de (re)encuentro con uno mismo.
El momento más feliz de toda mi vida se produjo por una llamada telefónica en la que me anunciaron el resultado favorable de una vital prueba médica que le hicieron a una de mis hijas. Nunca jamás he sido tan feliz en mi vida como en aquel instante en que el sol volvió a brillar disipándose la oscuridad que se cernía sobre mi corazón.
A partir de aquel lejano día no he vuelto a admitir ningún motivo para sentirme desdichada.
Porque mi vida volvió a llenarse de poesía…
En fin.
LaAlquimista
Enlace a la película “Poesía” (Shi)
https://www.youtube.com/watch?v=TzdRviC1grM