>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Carta a uno que no se quiere jubilar

 

“Querido amigo J.:

Fue una sorpresa encontrarme contigo ayer por la calle después de tantos años sin coincidir en esta pequeña ciudad que, demostrado queda, no “es un pañuelo” como gustan decir por ahí.

Te ví bien; es decir, no mucho más calvo ni mucho más encogido. Supongo que tú también me viste bien porque me dijiste “estás como siempre” y yo, lista que soy, me lo tomé como un cumplido…

El tema de familia e hijos lo ventilamos en un pispás, porque ni tú ni yo andábamos con ganas –quién las tiene- de andar explicando avatares amoroso/horizontales. ¡A estas alturas de la película, entre las hormonas y la próstata, mejor dejar el tema!

Bromas aparte –que para eso te escribo- me sorprendió mucho el gesto contrariado que esbozaste cuando te dije que estaba prejubilada desde hace ya cuatro años. No sé, fue como si hubiera confesado que me había metido a testiga de Jehová o algo así.

Y para corroborar tu desagrado, en vez de preguntarme cómo me sentía o en qué condiciones me había prejubilado, me soltaste una perorata, un aluvión de asertos, con los que querías informarme de que TÚ no pensabas jubilarte…vamos…hasta los noventa como mínimo.

Sí, ya sé que, teniendo en cuenta que eres un profesional independiente con despacho propio, podrías permitirte seguir ejerciendo tu profesión sin sufrir presiones “de arriba” para cortarte la coleta en lo tuyo. Como te escuché –atentamente- la retahíla de motivos por los que NO pensabas jubilarte y ya se nos hizo tarde (o se nos quitaron las ganas de seguir parloteando en una esquina de la Avenida), paso a detallarte mis motivos por los que SÍ ha sido bueno para mí jubilarme antes de lo que tenía previsto.

–         No tengo que madrugar. Sí, ya sé que tú tampoco lo haces –porque te incorporas a tu trabajo pasadas las diez de la mañana- pero…

–         Me ingresan el sueldo sin tener que aguantar a nadie. Que tú siempre te has quejado de que tus clientes dan mucho dinero pero que sus problemas/historias son insoportables…amen de que te las ves y te las deseas para que te paguen a tocateja.

–         Puedo irme de vacaciones en temporada baja y pagar la tercera parte y encontrarme con la tercera parte de gente. Tus vacaciones de Agosto en Egipto seguro que serán inolvidables…

–         Hacienda siempre me devuelve algo de dinero. A pocos ingresos, menos impuestos. Me consta que tú debes bastante de ejercicios pasados y que el I.V.A. no siempre lo pagas porque haces facturas –cuando las haces- por importes falsos (siempre menores de lo que guardas en el cajón). Que conste que esto es algo de lo que TÚ MISMO has alardeado en muchas ocasiones…

–         Desde que dejé de trabajar no me duele:

  • Ni la espalda por estar tropecientas horas sentada.

  • Ni el estómago por comer malamente y fuera de casa.

  • Ni la cabeza por las preocupaciones laborales.

  • Ni los pulmones (porque dejé de fumar)

A cambio: Duermo como un bebé, de un tirón y sin tomar ni una sola pastilla de las que, según cuentas, no puedes prescindir tú. Desde el Orfidal hasta el Bromazepan (que aunque tenga nombre de chiste su utilidad para calmar los estados de ansiedad no es ninguna broma), pasando por el sempiterno Ibuprofeno que, al expenderse sin receta, se ha convertido en la droga más consumida para todo tipo de dolores en general, y los de cabeza que tú padeces desde hace años, en particular.

Para contarlo todo, también diré que tú tienes unos ingresos superiores a los míos en muchos miles de euros al mes. (Yo soy mileurista, te lo dije y la miradita de sorpresa/conmiseración que me lanzaste me hizo mucha gracia, pero no me ofendió en absoluto).

Es decir, que puedes comprarte pantalones de Armani en vez de los que me compro yo que son de padre desconocido.

En realidad, lo que quería decirte, querido J., es que no tienes que sentir pena ni conmiseración por mi situación al igual que yo no siento envidia alguna por la tuya.

Tan sólo, fíjate en un detalle: cuando te pregunté si eras feliz me miraste como si me hubiera fumado un porro o ya estuviera gagá.

A partir de ahí, y sin nada más que añadir, te envío un fuerte abrazo y muchas bendiciones.

Tu amiga,

Ce.”

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

Apartirdeloscincuenta@gmail.com

 

 

Temas

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


agosto 2013
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031