>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Sin copia de seguridad por la vida

copia-de-seguridad

Ya comenté que me cargué el pc volcando sobre el mismo un jarrón con flores, que murió oliendo a amores y con los pétalos puestos. Lo que no aireé a los cuatro vientos es que llevaba tiempo sin hacer una copia de seguridad ni subir al onedrive mis cosas y he perdido muchísima información: textos propios y ajenos, reflexiones de madrugada y algunos poemas de los que no se comparten jamás.

Es como si hubiera vivido los últimos tiempos en una nube –y no de las que guardan información-, como si no hubiera un mañana o los artilugios informáticos fueran invulnerables. Por cierto, que al hilo de cómo con un chorro de agua el disco duro de mi portátil ha quedado dañado de muerte, se me ocurre pensar a qué tanto martillazo tuvieron que darle al suyo ciertos políticos (el disco duro aquél que estaba lleno de tropelías, falsedades y corrupción) cuando parece ser que basta y sobra con bautizarlo con algo de agua aunque sea del grifo…

Pero a lo que vamos. Que he perdido para los restos una parte de mi pasado que ya sólo puede vivir –y de mala manera- en la memoria humana, porque la tecnológica vale poco o muy poco para tales menesteres.

Es curioso, esta costumbre admitida de fabricar cosas endebles y de mala calidad aunque de alto precio; es curioso que todos admitamos la obsolescencia programada en los aparatos electrónicos (ya se sabe que un móvil dura tanto y un pc un poco más con suerte). Más curioso y peligroso es que estemos acostumbrados a tirar lo que ha dejado de funcionar y adquirir como nuevo lo que dejará de funcionar en el plazo previsto alimentando así a la gorgona del consumo irresponsable. Está claro –yo tengo claro- que mi pc víctima de un “homicidio por imprudencia” ya tenía casi tres años y estaba dando mucha guerra con fallos pequeños y acumulativos: el agua de flores fue su viático irremediable.

Como siempre he mantenido que los problemas que se solucionan con dinero no son problemas, he roto la hucha de los imprevistos y ya tengo una computadora nuevecita y flamante, oliendo a fábrica y con todas sus “páginas” en blanco para poder ir emborronándolas a mi gusto y sin más criterio predeterminado que el aire que me sople cada día

No tenía copia de seguridad actualizada y me importa un comino. Me da exactamente igual haber perdido la constancia física de algo que ocurrió hace tiempo o de unos pensamientos porque ahora es cuando me doy cuenta verdaderamente de que lo que me sirve de verdad para mantenerme viva y moderadamente feliz es lo que tengo en mi “memoria interna personal” y no los gigas de “mi vida” que se apretujan en una herramienta informática.

Mi vida, mi pasado, lo que fui y lo que soy ahora mismo siguen intactos. Nada lamento no “recuperar los datos” porque sigo siendo la misma y mis recuerdos viajan conmigo porque lo que ya olvidé por innecesario, por viejo, caduco o doloroso… ¿qué necesidad tengo de guardarlo criando polvo cibernético?

¿Para qué me servía lo que he perdido?

Es más: ¿importa realmente perder lo que nunca hemos poseído?

Me doy cuenta pues de que se puede vivir sin “copia de seguridad”, de que sigo siendo la misma y con las mismas cualidades y aptitudes aunque no exista un “alter ego” virtual en algún lugar poco definido y protegido con cadenas de contraseñas.

Se ha roto una máquina… no una persona.


pies y puerto
Felices los felices.

LaAlquimista

Por si alguien desea contactar:

apartirdeloscincuenta@gmail.com

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


agosto 2018
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031